En los 70, en el preludio de la brutal dictadura cívico-militar, asomaban jóvenes personajes, entre los cuales estaban los que resistieron, los que desaparecieron, los que hoy siguen luchando y los que violentamente construyeron un perfil de guerrilla para después ser “buches” y vender a sus compañeros. Es el caso de Carolina Serrano, la montonera subversiva, delatora, la izquierda de un sector del peronismo resistido hasta por el propio Perón.

Carolina ha sido un camaleón; la única coherencia que sigue es la de la violencia donde esté.

El real nombre es Patricia Bullrich Luro y Pueyrredón, una saltimbanqui de la política de lo que siempre vivió. Fue montonera, menemista, ARI con Carrió, de la Rúa-ista, macrista y hoy libertaria. No sabemos después.

Está casada con Guillermo Yanco, agente del sionismo en EE.UU., que encubre con su eterno contrato en la Legislatura y una sociedad en una empresa de matafuegos.

Milei y Pato han consolidado una dupla lógica por sus similitudes violentas. Ella ama las armas, las bombas, gases, escopetas, tanquetas y todo lo que se pueda usar para reprimir.

Él es profundamente antidemocrático, con una confusa idealización del judaísmo que lo llevó a unirse a la secta sionista Lubavitch, no aceptada por el resto de la religión.

Pero esto no es todo. Además, el presidente se ve obnubilado por el fascismo, emulando muchas de sus acciones y conceptos, como creerse de una estética superior. Pero como no alcanza, junto a su hermana practica el espiritismo, el ocultismo y el tarot.

Milei necesita de un cuento místico; es imperioso para él pensar que es un ser que vino a cambiar la historia, que vive en él quien va a cambiar el mundo. Es por eso que está atrapado por las profecías del Nostradamus argentino, Parravicini.

En las ilustraciones del “profeta” se vislumbra al hombre gris: este líder sería quien llega para traer paz y bienestar a la Argentina.

Nada más lejano a quien preside el país, pero su entorno, Santiago Caputo, le trajo a una pariente lejana de Parravicini que se lo aseguró. De hecho, todos los miembros de “Las Fuerzas del Cielo”, que responden a Caputito, usan un pin con la cruz emblemática del dibujante, “la cruz orlada”. Claro que hay una parte de las predicciones que se saltean, y es que antes del hombre gris existiría “el Fantoche”, a quien Parravicini dibuja sentado en la punta de una silla, con mucho pelo, y describe como:

"El hombre será payaso y será dueño y señor del mundo de payasos. Cabello largo, frente angosta y papanatismo." (1951)

El final del Fantoche no es muy agradable, y en las páginas describe que en el proceso correrá sangre.

Luego de las represiones a jubilados y al fotoperiodista Pablo Grillo, llegó el acuerdo con el FMI. Antes de ello, el escándalo cripto ha dejado esquirlas como para que Milei cancele sus viajes al mundo, siendo tapa de los diarios más importantes como el mayor estafador piramidal.

En la causa también está involucrada su hermana, diputados y miembros del Ejecutivo.

Mientras el pueblo comienza a salir a la calle, la oposición comienza a empoderarse. Es así que reaparece Cristina Kirchner, dueña de un 40 % de imagen positiva en la provincia de Buenos Aires y presidenta del PJ Nacional, que la llevará a caminar por las provincias.

Massa consolida su unión con la expresidenta, mientras el gobernador Kicillof no ha bajado en ningún sondeo de opinión.

Con un PRO en descomposición y sin figuras representativas, esta vez parece que las próximas elecciones no será una elección de tercios.

La juventud comienza a darle la espalda al rockero, futbolista, economista fuera de la casta y convertido en tal.

Este fin de semana, en el Lollapalooza, fue visto en pantallas como un monstruo, un diablo con las manos llenas de sangre, mientras miles gritaban que se vaya.

Músicos como Santos Fontanet, Wos y otros de los más convocantes entre las nuevas generaciones hicieron escuchar su voz, no solo para cantar, sino también para repudiar.

Con menos derechos, menos libertades y una economía empobrecedora, este lunes 24 de marzo, una vez más y con más fuerza que nunca, marchamos con unidad a 49 años del golpe militar con los mismos lemas: Son 30.000, fue un genocidio y Nunca Más.

Carla Echichure Castro