TBM234

El cubículo de aire que nos alimenta, nos encierra.

Estamos en la cápsula espacial TBM234, que se ha desprendido de la nave nodriza Buckingham 27. Allí quedaron otros dos tripulantes, pero el lugar es más espacioso y tienen otro sistema de respiración. Supongo que desde el control principal implementarán medidas para nuestro retorno, ya que queda muy poco tiempo de oxígeno para respirar. Es éste un sistema innovador que se ha implementado por primera vez en este viaje. Lo que nos permite respirar no es sólo oxígeno presurizado sino que es un nuevo compuesto que nos mantiene alimentados con proteínas y vitaminas totalmente volátiles. Lo que me parece es que no han sacado bien los cálculos y tanto mi compañero como  yo  comenzamos a sentir que se está acabando. Los dos tenemos una sensación de mareo, náuseas y cierto sopor compatible con la falta de oxígeno en sangre. 

El encierro en este cubículo se está haciendo insoportable. Mi compañero está desmayado, no ha podido soportar lo que está ocurriendo. No tengo comunicación con la base. ¿Habrán desconectado? No creo que nos dejen así. Somos astronautas. Nos seleccionaron para esta misión. Seguramente se reconectarán para darnos indicaciones, para retornar a la nave nodriza que me parece que se aleja cada vez más. ¿Es la nave nodriza que se aleja o nosotros que nos estamos precipitando hacia el vacío?

¿Fuimos seleccionados por nuestra idoneidad o somos una especie de conejillos de Indias? Parece que es así.  Han probado en nosotros el nuevo sistema de alimentación y respiración. Probablemente no estén desconectados y están tomando el tiempo que el nuevo compuesto nos mantiene con vida en la cápsula. Siento que se me cierran los ojos. Mis uñas están azules. Sé que el fin está cerca… 

ROSARIO VILCHES