El consumo de carne vacuna en Argentina sigue en descenso. Durante el período enero-septiembre de 2024, el consumo aparente per cápita se redujo a 46,8 kilogramos anuales, lo que representa una caída del 12,3% (equivalente a 6,6 kilos menos por habitante) respecto al mismo periodo de 2023. Este dato, proporcionado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), destaca que se trata del nivel de consumo más bajo registrado en los últimos 26 años.

En comparación con los máximos históricos, el consumo promedio anual entre 2013 y 2015 rondaba los 60 kilogramos per cápita, con un pico de 62,8 kg en 2013. Desde entonces, el consumo ha mostrado una tendencia descendente, tocando un piso de 48,6 kg por persona en 2021. Aunque hubo una recuperación parcial en los dos años siguientes, el consumo volvió a caer en 2024, reflejando una baja del 22,6% con respecto a 2014.

Por su parte, el promedio móvil de los últimos doce meses (de octubre 2023 a septiembre 2024) muestra una caída más moderada, con un descenso del 10,9%, promediando 47,5 kilogramos anuales por habitante.

En cuanto a la producción, el informe de Ciccra revela que entre enero y septiembre de 2024, se produjeron 2,34 millones de toneladas de carne vacuna (res con hueso), lo que representa una caída del 6,4% respecto al mismo período del año pasado. En términos absolutos, esto equivale a 159,8 mil toneladas menos de carne producida.

A pesar de la disminución en la oferta interna, las exportaciones de carne vacuna crecieron un 7,8%, alcanzando las 689,8 mil toneladas, 50 mil toneladas más que en el mismo periodo de 2023. Este aumento en las ventas externas contribuyó a una mayor retracción en el consumo interno, que fue de 1,6 millones de toneladas, lo que significa una caída del 11,3% en comparación con el año anterior.

A pesar del descenso en el consumo, los precios de la carne vacuna no experimentaron grandes variaciones en septiembre. Según Ciccra, el rubro de Carnes y derivados subió un 3,1%, impulsado por el aumento del pollo entero (5,2%) y las hamburguesas congeladas (7,5%). En contraste, los cortes vacunos mostraron incrementos menores, con el asado subiendo un 1,7%, cuadril 1,3%, nalga 1,2%, carne picada común 0,4% y paleta 0,4%.

En términos anuales, los precios de la carne se incrementaron un 152,1% en los últimos 12 meses, una cifra considerablemente inferior al índice general de precios al consumidor, que creció un 214%.