El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, confirmó este lunes la decisión del Gobierno Nacional de eliminar la Red SUBE, un beneficio que permitía a los usuarios del transporte público acceder a descuentos significativos en el valor de los pasajes cuando utilizaban dos o más servicios en un lapso de dos horas. A partir del 1 de septiembre, los pasajeros deberán pagar el boleto pleno en cada viaje, lo que podría aumentar sus gastos de transporte hasta en un 60%.

La Red SUBE, vigente hasta ahora, ofrecía un sistema de descuentos escalonados: los usuarios pagaban la tarifa plena en el primer viaje, obtenían un 50% de descuento en el segundo, y un 75% en el tercero. Con la eliminación de este sistema, los pasajeros que necesitan tomar más de un medio de transporte verán cómo sus gastos se incrementan significativamente.

"El impacto que esto tendrá en la provincia de Buenos Aires es enorme", advirtió Bianco en una conferencia de prensa, señalando que el costo adicional para los usuarios de la provincia alcanzará los 5.000 millones de pesos mensuales. "El gobierno nacional está desertando de sus obligaciones, dejando a los pasajeros con la carga de pagar tarifas completas en cada viaje", lamentó el ministro.

La medida ha generado una fuerte reacción entre los intendentes de los municipios del conurbano bonaerense, quienes se reunieron la semana pasada en Pilar para discutir las consecuencias del fin de la Red SUBE. Los jefes comunales coincidieron en que la eliminación del boleto integrado impactará negativamente en la vida cotidiana de los usuarios y en los trabajadores del transporte.

El ministro de Economía, Luis Caputo, ya ha comunicado tanto a la Ciudad de Buenos Aires como a la provincia que a partir del 1 de septiembre no se transferirán más fondos para sostener el sistema de Boleto Integrado. Esta decisión afecta a un vasto número de líneas de colectivos, corredores de Metrobus, trenes, y líneas de subte que operan en ambas jurisdicciones.

Los intendentes expresaron su preocupación por las consecuencias sociales y económicas que esta medida traerá para sus localidades. En particular, destacaron el impacto que tendrá en los trabajadores que dependen del transporte público para sus desplazamientos diarios.

La eliminación de la Red SUBE marca un nuevo desafío para los usuarios del transporte público en Buenos Aires, quienes deberán adaptarse a un aumento significativo en sus gastos de transporte. Las autoridades provinciales y municipales han expresado su preocupación y buscan alternativas para mitigar el impacto de esta medida en la economía de los hogares bonaerenses.