El segundo paro nacional convocado por la CGT y las dos CTA se anticipa como uno de los más fuertes. Los diversos gremios que integran estas tres centrales sindicales han anunciado su adhesión, aumentando la potencia de la huelga. La consigna es clara: detener las políticas de desmantelamiento del Estado impulsadas por el gobierno de Javier Milei, que afectan tanto al patrimonio nacional como a los derechos laborales.

El documento emitido por las centrales sindicales refleja la preocupación por un gobierno que, en nombre de una supuesta libertad de mercado, implementa un ajuste que golpea especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. El gobierno intenta minimizar la huelga, pero también amedrenta a los trabajadores estatales con descuentos salariales.

Ante estos intentos de intimidación, los sindicatos se mantienen firmes en su decisión de parar. La adhesión a la medida de fuerza se prevé total, lo que garantizará una paralización efectiva del país. Los sindicalistas advierten sobre la importancia de esta medida en un contexto donde el gobierno busca desestabilizar los derechos laborales y sociales.

El paro contará con la participación de gremios clave, incluyendo transporte, comercio, construcción, camioneros, alimentación, sanidad, metalúrgicos, trabajadores rurales, mecánicos, energía, docentes y empleados bancarios. La presión sobre los trabajadores es evidente, con intentos de impedir su participación en la huelga, como el caso de la empresa de transporte DOTA.

El documento consensuado entre la CGT y las dos CTA destaca el deterioro económico y social provocado por las políticas gubernamentales, que afectan especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. Se denuncia la falta de diálogo social y la discriminación hacia los trabajadores de la economía popular, mientras se profundiza la pobreza y la indigencia.

El paro concluirá a la medianoche, pero ya se discute la posibilidad de un plan de lucha continuo. Algunos dirigentes proponen movilizarse el próximo 16 de mayo, día en que el Senado debatirá proyectos clave. El sindicalismo espera que el sector político, especialmente el peronismo, se sume activamente a la lucha contra las políticas del gobierno.