Desde la medianoche del miércoles 8 de mayo, es decir, a partir de las 0 horas del jueves, se detendrá por completo el servicio de transporte público en las principales ciudades del país. La medida se extenderá por 24 horas y se espera una paralización total en diversas actividades.

Aunque se anticipa una interrupción generalizada, la empresa DOTA, responsable de gestionar más de 50 líneas de colectivos en la Provincia de Buenos Aires, podría operar parcialmente. Sin embargo, se exigirá que se mantenga al menos el 50% del servicio en caso de adhesión al paro. Esto se debe a un decreto presidencial que considera al transporte como una actividad esencial, aunque actualmente dicho decreto se encuentra suspendido por decisión judicial.

Esta medida de fuerza, respaldada por una amplia gama de sindicatos, tiene como objetivo enviar un mensaje contundente al gobierno respecto a la necesidad de modificar el modelo económico actual. Desde trabajadores estatales hasta camioneros, pasando por ferroviarios, choferes de colectivos y docentes, una variedad de gremios participarán en el paro.

El paro general del jueves 9 de mayo afectará a servicios esenciales, pero no se prevén manifestaciones como las realizadas en el Día del Trabajador. Entre los sindicatos que se sumarán a la medida se encuentran FAECYS (Comercio), UOCRA (Construcción), UTA (Transporte colectivo urbano), La Bancaria, UPCN y ATE (Estatales), UOM (Metalúrgicos), UTHGRA (Hoteles y gastronómicos), UATRE (Rurales), SMATA (Mecánicos), Luz y Fuerza (Energía), FNTC (Camioneros), FTIA (Alimentación), FATSA (Sanidad), CEA (Docentes), entre otros. Además, sindicatos como los de encargados de edificios, aeronavegantes y Metrodelegados también se unirán a la medida, lo que provocará la paralización de actividades en todo el país.