La salsa sambal es un condimento picante que forma parte integral de la cocina del sudeste asiático, especialmente en Indonesia, Malasia y Singapur. Su historia se remonta a siglos atrás y está profundamente arraigada en la cultura culinaria de la región.

El término "sambal" se deriva de la palabra sánscrita "sambala", que se refiere a una mezcla de ingredientes, y ha evolucionado para referirse a una variedad de salsas picantes en la cocina del sudeste asiático.

La receta del sambal tradicionalmente consiste en chiles picantes triturados o mezclados con una combinación de otros ingredientes como ajo, chalotes, tomates, tamarindo, azúcar de palma, jugo de lima y sal. Sin embargo, existen numerosas variaciones regionales y personales de la receta, lo que ha dado lugar a una amplia gama de sabores y texturas en las salsas sambal.

El sambal se ha utilizado históricamente como un condimento versátil para realzar el sabor de una variedad de platos, desde arroces y fideos hasta carnes, mariscos y vegetales. También se sirve como acompañamiento o condimento para platos de comida callejera y comidas caseras en la región.

A lo largo de los años, el sambal ha ganado popularidad fuera de Asia y ahora se puede encontrar en tiendas de comestibles internacionales en todo el mundo. Su distintivo sabor picante y su capacidad para complementar una amplia variedad de platos lo han convertido en un favorito entre los amantes de la comida picante en todo el mundo.

Hoy en día, el sambal sigue siendo un elemento básico en la cocina del sudeste asiático, y su historia y tradición continúan influyendo en la forma en que se prepara y se disfruta en todo el mundo.

Ingredientes:

• 200g de chiles rojos frescos (llamado aji picante en Argentina)
• 4 dientes de ajo
• 2 tomates maduros
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 2 cucharadas de vinagre de arroz
• 1 cucharada de azúcar
• Sal al gusto

Desarrollo:

1. Lava y seca los chiles y los tomates. Pela los dientes de ajo.
2. Pica los chiles, los tomates y los ajos en trozos pequeños.
3. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio. Agrega los ajos picados y saltéalos hasta que estén dorados.
4. Agrega los chiles y los tomates picados a la sartén y cocínalos hasta que estén tiernos.
5. Transfiere los ingredientes cocidos a una licuadora o procesadora de alimentos. Agrega el vinagre de arroz, el azúcar y la sal.
6. Tritura todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
7. Transfiere la salsa sambal a un frasco esterilizado y refrigéralo. Sirve esta deliciosa salsa picante con tus platos favoritos. 

La versatilidad de la salsa sambal permite su uso en una amplia variedad de platos, añadiendo un toque picante y sabroso. Aquí tienes algunas formas en que se usa comúnmente la salsa sambal en la cocina:

1. Arroz frito: Se agrega al arroz frito para darle un sabor picante y aromático. El sambal se mezcla con el arroz durante la cocción o se sirve como condimento en la mesa.

2. Noodles (fideos de arroz): Se usa como condimento para noodles fritos o sopas, como el popular Mie Goreng indonesio o el Mee Goreng malayo.

3. Mariscos: Se utiliza como salsa para mariscos a la parrilla, fritos o al vapor, como camarones, calamares o pescado.

4. Pollo y carnes: Se utiliza como marinada o salsa para carnes a la parrilla, asadas o salteadas, como pollo, cerdo o ternera.

5. Tofu y tempeh: Se utiliza como condimento para platos vegetarianos, como tofu o tempeh salteados, o como aderezo para ensaladas.

6. Huevos: Se mezcla con huevos revueltos, fritos o cocidos para añadir un sabor picante y sabroso.

7. Verduras: Se utiliza como condimento para saltear verduras o como salsa para platos de vegetales al vapor o asados.

8. Sándwiches y wraps: Se utiliza como condimento para sándwiches, wraps o bocadillos, añadiendo un toque picante y sabroso.

9. Dips y salsas: Se mezcla con yogur o crema agria para hacer dips picantes para verduras, papas fritas o nachos.

Estas son solo algunas ideas, pero la salsa sambal es muy versátil y puedes experimentar con ella en una amplia variedad de platos para añadir un toque de calor y sabor.