El Consejo Directivo de la CGT ha establecido el 9 de mayo como la fecha para el próximo paro general, en respuesta a las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. Esta decisión se tomó un día después de que representantes de la CGT se reunieran por primera vez con el gobierno, encuentro que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, describieron como "constructivo, reflexivo y sin violencia".

A pesar de los esfuerzos del gobierno para calmar las tensiones, prometiendo no modificar la ultraactividad de los convenios colectivos ni la cuota solidaria que los sindicatos reciben de trabajadores no afiliados, contempladas en el nuevo proyecto de ley ómnibus, estas concesiones no fueron suficientes para detener las acciones de protesta planificadas por la CGT.

Además del paro, los líderes sindicales están evaluando realizar un acto conmemorativo por el Día del Trabajador el 1 de mayo y participar en una marcha el 23 de abril, convocada por las universidades nacionales en defensa de la educación pública. Estas movilizaciones reflejan un creciente descontento laboral y social frente a las políticas actuales del gobierno.

En la CGT, hubo un debate interno sobre la conveniencia y el momento adecuado para convocar a un nuevo paro general, tras el éxito del realizado el 24 de enero, que tuvo una participación significativa. Los sectores más combativos dentro de la central obrera presionaban para que la huelga se realizara lo antes posible. Sin embargo, tras las deliberaciones, se decidió establecer la fecha del paro para el 9 de mayo.

Esta planificación con un mes de anticipación permite la posibilidad de negociaciones adicionales con el gobierno, aunque desde la CGT no se mantienen muchas esperanzas de recibir respuestas favorables por parte del Ejecutivo.

El reciente encuentro entre los líderes sindicales Héctor Daer, Carlos Acuña y Hugo Moyano con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, fue largo y se mantuvo bajo reserva, aunque se sabe que transcurrió en un ambiente positivo. No obstante, es importante destacar la ausencia en esta reunión de Pablo Moyano, secretario general de la CGT y líder adjunto de Camioneros, quien era uno de los principales defensores de un paro inmediato. Su ausencia indica posibles diferencias internas sobre cómo y cuándo enfrentar al gobierno de Javier Milei.