RINCóN LITERARIO
7 de abril de 2024
Breve biografía desconcertante
Como un juego de adivinanzas, Silvia O´Dunne nos propone descubrir al entrañable personaje oculto tras estos simples pero reveladores datos.
Todos dirán que nació en Ixelles, Bélgica, el 26 de agosto de 1914 y que murió en París el 12 de febrero de 1984 pero para mí nació en Argentina y todavía sigue vivo cada vez que alguien lo recuerda. Fue docente, escritor y traductor.
Vivió en una casa tomada con continuidad de los parques vecinos, cerca de la autopista del Sur. Tuvo como vecinas a Circe, a la Señorita Cora, a la Maga y a toda la familia de la calle Humboldt.
De niño, después del almuerzo, le gustaba jugar a las escondidas con las famas y a la mancha con los cronopios, pero su entretenimiento favorito era la rayuela.
A él le gustaba observar las actitudes humanas, le sorprendía cómo las personas querían encajar y era capaces de desesperarse por comprar flores. Eso sí, sus preferidas eran los narcisos, por la flor amarilla.
A la noche, boca arriba era su forma predilecta de dormir. Si hubiera tenido que elegir un lugar y un momento sería la isla al mediodía, donde hacía asaditos con todos los fuegos, el fuego y después se entretenía en interminables partidas de cartas con los amigos hasta el final de juego.
Nos dejó muchas instrucciones. No sé si para mejorarnos la vida, o sólo para hacernos sonreír, pero se ocupó de alertarnos sobre cómo dar cuerda a un reloj, cómo subir una escalera, cómo comportarse en los velorios, y hasta cómo encadenar una puerta.
Pero lo que más le gustaba a este ser, no por extraño menos adorable, era sentarse junto a un ventanal los días de lluvia y ver, con sus grandes ojos separados, el aplastamiento de las gotas mientras fumaba escuchando a Charlie Parker y acariciaba a su gato de mirada dorada.
SILVIA O´DUNNE
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