Recientemente, se ha difundido en varios grupos de WhatsApp de la Unión Industrial Argentina (UIA) la noticia de que Acindar, la siderúrgica más grande del mundo perteneciente a la multinacional ArcelorMittal, suspenderá sus operaciones por 30 días en todas sus plantas. Según fuentes cercanas a la empresa contaron al sitio Página 12, esta decisión se debe a una caída del 40% en las ventas, exacerbada por el contexto económico general.

Otro ejemplo es la empresa carrocera brasileña Marco Polo, que ha suspendido a sus 500 trabajadores en la planta de Villa Gobernador Gálvez por un mes, con la posibilidad de extender la medida a dos meses. Durante este período, los empleados recibirán el 80% de su salario. Esta situación se repite en muchas autopartistas. En cuanto a los gigantes industriales, Arcor ha notado una disminución significativa en las ventas de alimentos por unidades y prevé un escenario similar al de la crisis del 2001 o los años de la gestión de Macri.

A pesar de estos desafíos económicos, los empresarios argentinos han optado por mantenerse en silencio, mientras que la actividad industrial experimenta un desplome histórico. Sin embargo, la crisis económica evidencia la situación de las empresas con cierres, suspensiones, caídas en las ventas e incluso el inicio de despidos.

En la UIA, tanto las grandes empresas como las pymes enfrentan una situación desesperante. En una reunión del Comité Ejecutivo posterior a la difusión del cierre de Acindar por WhatsApp, se expresaron preocupaciones por la velocidad y la gravedad de la crisis. La capacidad productiva de las fábricas, es decir, el porcentaje de maquinaria en funcionamiento, se sitúa en un 55%, 9 puntos porcentuales por debajo de diciembre de 2022. Además, por primera vez, la producción de alimentos está disminuyendo, lo que contrasta con su tendencia histórica de crecimiento moderado.

En este contexto, algunos industriales cuestionan por qué el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, no comunica la realidad de la industria y por qué viajó con el presidente a Roma. Sin embargo, este viaje resultó ser poco relevante en términos de negociaciones con el Gobierno o encuentros con figuras relevantes como Javier Milei, ya que no hubo contacto directo con él durante la visita al Vaticano.

En ese recorrido también estuvo presente el titular de CAMARCO, Gustavo Weiss, quien buscó influir en el presidente respecto a la pausa en la obra pública. El sector de la construcción atraviesa una crisis notable, con el segmento de ladrillos particularmente afectado. En una reunión reciente del Consejo Ejecutivo de la entidad, se delineó un escenario desafiante: la ausencia de fondos por parte del Gobierno nacional para obras ha llevado a un completo estancamiento en la obra pública, y la recesión ha provocado una disminución del 30% en la obra privada debido a la menor capacidad de inversión de los actores del sector. Además, destaca una cifra alarmante: el Gobierno de Milei adeuda 350 mil millones de pesos a las empresas constructoras por obras que se han detenido y que el Estado optó por no remunerar. Esta situación ha provocado la afectación de aproximadamente 100 mil trabajadores entre despidos y suspensiones, incluso llevando al sindicato de la UOCRA a declararse en estado de alerta y movilización.

La crisis en el sector de la construcción también refuta la narrativa gubernamental de una recuperación en "V" después del ajuste, ya que históricamente, cuando la construcción se desploma, la economía en su conjunto comienza a resentirse; y cuando la construcción empieza a recuperarse, la economía general también lo hace. Actualmente, no se vislumbra en el horizonte una tendencia de recuperación económica.

Un importante empresario del sector de supermercados describió el impacto devastador de la crisis en el consumo, calificándolo como "un abismo". En enero, las ventas en supermercados ya habían disminuido a un ritmo del 8%, pero los datos de febrero son aún más preocupantes: según un estudio especializado, durante las semanas del 5 al 18 del mes, las ventas en las grandes superficies experimentaron una caída promedio del 13,4%, llegando a superar los 14 puntos de disminución en la última semana del mes. Además, se ha registrado una reducción de hasta el 20% en las unidades vendidas por ticket, un fenómeno que no se observaba desde el año 2001.

Recientemente, Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), informó una disminución del 30% en la producción industrial de las pymes. González fue uno de los representantes que, sin éxito, intentó reunirse con Milei en el Vaticano. El próximo domingo, la entidad dará a conocer las cifras de la caída en las ventas comerciales, que ya habían experimentado una disminución del 28% en enero. Según fuentes cercanas a la CAME, se espera que esta cifra sea aún más desalentadora. En resumen, se anticipan tiempos aún más difíciles.

Fuente: pagina12.com.ar