A mediados de 2020, en el peor momento de la pandemia, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía SociaI (Inaes) tenía registradas en Salta cerca de 300 cooperativas. Hoy son 704 las que están vigentes en distintas localidades de la provincia. No solo el contexto económico explica por qué en los últimos tres años el número de cooperativas se ha más que duplicado en Salta. Tanto la gestión de Alexandre Roig al frente del Inaes como la de Agustina Casares en la Subsecretaría de Empleo, Cooperativas y Mutualidades de la Provincia han hecho su parte para que trabajadores de la economía informal se organicen en base a los valores de una herramienta que, como resalta la Organización Internacional del Trabajo (OIT), transforma actividades de supervivencia a menudo marginales en un trabajo legalmente protegido y plenamente integrado en la economía.

“Tanto en momentos de crisis como de crecimiento económico la conformación de cooperativas se impone desde la misma sociedad, porque es una forma virtuosa de organizar el trabajo y la producción”, afirmó el delegado territorial del Inaes en Salta, Tane Da Souza Correa.

El joven referente político y social de Vaqueros, dueño de una inspiradora historia de vida y superación, destacó que a la par de las grandes referentes del sector, como Cosalta, Cofruthos y la Coprotab, Salta tiene en su extensa geografía una notable diversidad de micro y pequeñas cooperativas. “Las hay desde el rubro textil y en el sector de la construcción hasta aquellas que desarrollan software”, resumió, en relación con la variedad de cooperativas que incursionan en diferentes rubros de la producción primaria como en el campo de la economía del conocimiento y el uso intensivo de tecnología. En los registros también resaltan cooperativas de remiseros, taxistas, recicladores, artesanos y prestadores de servicios turísticos, de catering y organización de eventos.

Da Souza hizo notar que hoy una cooperativa puede arrancar con un mínimo de tres personas. “Hay numerosísimas formas de organizar el trabajo y la producción a través del cooperativismo. No solo es una forma muy virtuosa porque es absolutamente democrática en la participación de los asociados, sino que también es equitativa en la distribución de los excedentes económicos”, destacó.

El joven licenciado en física hizo notar que “las cooperativas permiten aprovechar los momentos de crecimiento económico y ayudan a sobrellevar los momentos de crisis económica, porque se basan fundamentalmente en dos conceptos: el esfuerzo propio y la ayuda mutua”. Agregó que “en una cooperativa cada asociado, cada trabajador, hace un esfuerzo propio con afán solidario. “El esfuerzo propio y la ayuda mutua se cuentan entre los valores más altos de una persona y de la vida en sociedad. En el entendimiento de esto es que el papa Francisco destaca con insistencia al cooperativismo y la economía social, porque tienen el foco central puesto en las personas y en el trabajo sin afán individual de lucro. En una cooperativa todos son responsables de que le vaya bien y, del mismo modo, todos son beneficiarios cuando a una cooperativa le va bien”, añadió.

Da Souza recalcó que en el interior de la provincia, cada vez que una cooperativa ejecuta una pequeña obra accede a una contratación o se inserta en una cadena de valor, el dinero da más vueltas en el barrio, el municipio, el departamento, y esa recirculación tiene un gran efecto multiplicador en el desarrollo económico local.

“Los recursos que mueven las cooperativas quedan en la provincia y generan más trabajo, producción y actividad”, afirmó Da Souza, luego de destacar que cooperativas y pymes sostienen más del 70% del empleo a nivel nacional.

Sobre los cambios que se introdujeron en la legislación del sector, el delegado territorial de Salta aseguró que el presidente del Inaes, Alexandre Roig, ha tenido varios aciertos en la gestión junto al equipo de trabajo que lo acompaña. “Se han acortado muchísimo los tiempos burocráticos. Antes, para tener habilitada una cooperativa se debía esperar hasta dos años y hoy los trámites de la matrícula se resuelven en tres meses, siguiendo todas las normativas de transparencia y de cumplimiento de las obligaciones ante el Estado. Esto es muy importante, por supuesto, y por ello también se está trabajando mucho en la fiscalización, además de insistir en la claridad conceptual de lo que representa ser parte de una mutual, una cooperativa, una economía social, popular y solidaria”, finalizó

Informalidad

Tras el desastre de la pandemia, el mercado laboral tuvo en el país una gradual recuperación, pero miles de los puestos de trabajo que se crearon en los últimos dos años fueron informales.

Por estos días en Salta los asalariados informales son más que los que los que cuentan con un empleo registrado. Al menos así lo remarca un informe que acaba de publicar el Instituto de Estudios Laborales y Sociales (Idelas), en base a datos del Indec del tercer trimestre de 2022.

En el informe, economistas de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) indicaron que Salta (con 186.000 asalariados sin aportes jubilatorios, contra 180.000 registrados) y Chaco (con 143.000, contra 140.000) son las dos provincias en las que la informalidad supera el 50%. En Santiago del Estero se presenta un empate con cerca de 100.000 asalariados de cada lado. Les siguen Córdoba (48%), Formosa (47%), San Juan (47%), Jujuy (46%) y Tucumán (46%). Las que menor proporción de informalidad tienen son Tierra del Fuego (8%), Santa Cruz (19%), Chubut (23%), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (24%) y Río Negro (24%).

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales