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CULTURA

22 de agosto de 2021

¿Cómo se habla de la muerte? ¿Qué es hablar de la muerte?

Esto se preguntó alguna vez en un poema nuestra gran Tamara Kamenszain. Alrededor de esta cuestión, inagotable e insondable, Alicia Gugliotti arriesga algunas reflexiones, que hoy compartimos con ustedes.

 

 “Se vive hacia morir
 ¿Pero le basta a la muerte la vida?”
 
       Hugo Mujica      

 

 

 

La muerte

 

¿Se habla de muerte? Se intentan aproximaciones.

La muerte, nuestra única certeza, es muy misteriosa y oscura. Nada sabemos, entonces fantaseamos.

Para hablar de la muerte no hay que tener miedo. Hay que saber que la muerte es parte de la vida.

Hablar de la muerte, produce escozor. Quizá sea porque lo relacionamos con dolor, sufrimiento, separación, pérdida.

La presencia de la Pandemia, ha hecho que la palabra resurgiera. Diariamente se publica la cifra del número de muertos. Me da la impresión de que, en general, se toma como una cifra hueca y no se piensa que detrás de los números hay personas. Esto no es así para los familiares y amigos de los fallecidos. Claro está.

A lo largo de nuestra vida, sufrimos pequeñas muertes, la ausencia de un ser querido, una mudanza no deseada, robos importantes, desengaños. Aun así, no estamos preparados para nuestra muerte.

En algún sentido, es un tema casi tabú. Es un racimo de interrogantes; no existe testimonio en primera persona de alguien que haya muerto y cuente cómo es morirse, qué pasa después. La respuesta a estos interrogantes está teñida de creencias religiosas, filosóficas. En verdad, nada sabemos.

 

En la fila para acceder a un cajero automático, escuché este diálogo entre dos señoras:

  • ¡Qué cansada estoy! Quisiera morirme, Ya hice todo. Tuve cuatro hijos. Ninguno está aquí. Ahora quisiera encontrarme con mis viejos, mis abuelos…
  • ¡Ay, señora! ¿Ud. cree en esas cosas?  Para mí, cuando cierre mis ojos, todo se habrá acabado. Lo siento por la desilusión que se llevará usted.
  • Qué equivocada está. Si es como dice usted, no podré desilusionarme. Todo estará terminado. Si tengo razón yo, entonces lo disfrutaré…

 

A veces, el sentido común es más contundente que un tratado de filosofía.

                                                                                             

ALICIA GUGLIOTTI

 

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