El Estado municipal se hace cargo de la implementación de la política pública que achica la brecha de las desigualdades económicas por razones de género al entregar “copitas” a mujeres y personas menstruantes matanceras. En el mismo evento, profesionales de la salud brindarán información acerca de su uso correcto para al mismo tiempo derrumbar los mitos y fantasmas que circulan sobre el tema.

La iniciativa se apoya en tres ejes: la higiene menstrual como un derecho, el reconocimiento del impacto económico que representa para quien debe hacerse cargo de la compra de productos de gestión menstrual tradicionales y el cuidado del medio ambiente.

“La llegada del programa Justicia Menstrual como política pública del Municipio y también de la provincia de Buenos Aires es un avance de los Derechos Humanos de las mujeres y disidencias”, afirma la secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades local, Liliana Hendel. 

“Los productos de higiene menstrual son caros –señala -. Esto ha significado que personas con mayores dificultades económicas tengan que postergar salidas los días de sangrado, o bien utilizar recursos que no siempre contemplan el cuidado higiénico que se requiere para una vida saludable”. Las toallitas descartables y otros elementos que se utilizan “no son biodegradables”, por ese motivo la propuesta incluye en un futuro cercano, acompañar la entrega de copitas, con la producción matancera de toallas ecológicas”.

El programa se inicia el 1° de julio en un centro de asistencia de la Red Construyendo Ciudadanía del Municipio de La Matanza, donde habrá unas cien mujeres, y está previsto que seguirá a lo largo del 2021 y del 2022, porque “nuestro objetivo es llevar el kit de toallitas y copitas ecológicas a todas las personas menstruantes que las necesiten en el territorio”, afirma Hendel, que vuelve a agradecer el apoyo permanente del Intendente, Fernando Espinoza, para llevar adelante la agenda de derechos de mujeres y disidencias sexuales en La Matanza.