Como ocurre cada año, organizaciones sociales, entidades religiosas y espacios comunitarios preparan cenas solidarias de Nochebuena para personas que atraviesan situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, en este 2025 el fenómeno se amplificó de manera notoria, en un contexto marcado por el deterioro social y económico que atraviesa el país. Los organizadores advierten que esperan recibir a más personas que en años anteriores y, por ese motivo, se incrementaron las propuestas en distintos puntos del territorio.

Una de las iniciativas más numerosas es la que impulsa desde hace nueve años el Movimiento de los Trabajadores Excluidos frente al Congreso Nacional, bajo la consigna “Ninguna familia sin Navidad”. Para esta edición se prevé la participación de cerca de 5.000 personas, lo que representa un aumento aproximado del 25% respecto del año pasado. Desde la organización señalaron que la cena de este año tiene un significado especial, ya que la crisis profundizó las necesidades básicas de amplios sectores de la población.

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El próximo 24 de diciembre, desde las 17 horas, la Plaza de los Dos Congresos se transformará en una gran mesa comunitaria. Más de mil voluntarios y voluntarias participarán de la jornada, entre ellos más de 50 cocineras sociocomunitarias que durante todo el año sostienen comedores y ollas populares en los barrios. La propuesta combina la celebración navideña con un fuerte mensaje de solidaridad y organización colectiva.

En la Ciudad de Buenos Aires también se multiplican las cenas solidarias. Una de las más tradicionales se realizará en el Santuario San Cayetano, en el barrio de Liniers, donde se espera recibir a unas 500 personas. La organización fue posible gracias a donaciones de vecinos y vecinas que acercaron alimentos y bebidas, mientras que desde temprano se inició la preparación de la comida para quienes compartirán la Nochebuena dentro del templo y en el patio exterior.

Otro punto de encuentro será la Parroquia Virgen de Caacupé, en Barracas, donde el padre Toto de Vedia impulsa una propuesta que combina la celebración navideña con espacios de contención para personas que atraviesan consumos problemáticos. Además de la cena en la parroquia, se organizó una actividad especial en un predio rural de la congregación para quienes se encuentran en procesos de recuperación y necesitan transitar la fecha en un entorno cuidado.

Las cenas solidarias también se replican en distintas provincias. En San Juan, la organización Argentina Humana llevará adelante una nueva edición de “Ninguna familia sin Navidad” en la plaza Hipólito Yrigoyen, con la expectativa de asistir a unas 100 personas. En Córdoba, en el barrio Alberdi, el Centro Vecinal y la Red Pueblo Alberdi organizaron una cena comunitaria abierta a quienes no tengan con quién pasar la noche o no cuenten con recursos para celebrarla.

En Rosario, el Instituto del Buen Pastor será sede de un asado solidario de Nochebuena denominado “Navidad es Jesús”, una iniciativa que se sostiene desde hace 16 años y que espera convocar entre 450 y 500 personas. Desde la organización destacaron el compromiso colectivo que permite mantener viva la propuesta año tras año.

En otros casos, la Nochebuena se vive en clave de protesta y resistencia. Trabajadores del Ingenio Ledesma, que llevan semanas de acampe tras los despidos masivos, compartirán una cena navideña en el marco de la lucha. Con el fondo solidario que lograron reunir, organizaron una celebración austera para atravesar juntos una fecha atravesada por la incertidumbre, pero también por la convicción de no enfrentar la crisis en soledad.