En la costa central de Chubut, a orillas del Golfo San Jorge, se encuentra Camarones, un pueblo costero que conserva la esencia pura de la Patagonia marítima. Con calles tranquilas, casas bajas y un clima íntimo, esta localidad fundada en 1900 creció alrededor de la pesca artesanal y de la vida junto al mar. Su nombre proviene de la abundancia de crustáceos que alguna vez poblaron sus playas, y su desarrollo estuvo profundamente marcado por el comercio, la navegación y la presencia de las primeras familias de la región.

Camarones también forma parte del legado histórico argentino: fue uno de los lugares más frecuentes en la infancia del expresidente Juan Domingo Perón, cuya familia tenía una estancia cercana. Hoy, ese pasado se mantiene vivo a través de museos, edificios antiguos y relatos de pobladores que aún conservan la memoria colectiva del pueblo.

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Uno de los principales atractivos es el Área Natural Protegida Cabo Dos Bahías, una de las reservas de fauna más importantes del país. Allí se puede observar de cerca a la pingüinera de Magallanes, que cada año recibe miles de ejemplares, además de guanacos, choiques, gaviotines y lobos marinos. El paisaje, con acantilados, bahías y aguas intensamente azules, ofrece un espectáculo natural que impacta a cualquier visitante.

Otro punto clave es el Museo de la Familia Perón, ubicado en una casa de estilo patagónico restaurada. El espacio exhibe fotografías, documentos y objetos vinculados a la infancia y adolescencia de Perón, así como al desarrollo histórico y social de la zona. Es una parada obligada para quienes buscan comprender el vínculo entre el pueblo y uno de los personajes más influyentes del país.

El tercer atractivo es la costanera y sus playas, ideales para disfrutar de la calma marina, la fotografía y largas caminatas. Durante el atardecer, el mar se tiñe de tonos rosados y naranjas creando una postal inolvidable. Los amantes de la pesca también encuentran aquí un paraíso, especialmente en los muelles y en las playas alejadas, donde abundan especies como róbalo y pejerrey.

Además, Camarones es reconocido por su Fiesta Nacional del Salmón, que cada verano convoca a pescadores y turistas en jornadas repletas de concursos, gastronomía local —con mariscos y pescados frescos como protagonistas— y actividades culturales.

Visitar Camarones es descubrir un rincón sereno, auténtico y profundamente conectado con el mar. Un lugar donde la historia, la fauna y los paisajes patagónicos se combinan para ofrecer una experiencia única, lejos del ruido y cerca de lo esencial.