Un hombre detenido por intentar asesinar a su expareja fue encontrado muerto en el interior de la Comisaría Primera de Presidencia Roque Sáenz Peña, en la provincia de Chaco. El fallecido fue identificado como Héctor Viganotti, quien había sido arrestado el sábado a las seis de la mañana tras entregarse de manera voluntaria en la guardia de la Comisaría Cuarta. Allí confesó el ataque y quedó a disposición del fiscal Gustavo Valero, que inició la investigación por homicidio en grado de tentativa.

La muerte fue descubierta este miércoles a la madrugada cuando su compañero de celda advirtió que estaba inconsciente y con la cara cubierta con bolsas y una almohada. El hallazgo generó conmoción entre el personal policial, ya que Viganotti debía presentarse a primera hora a una audiencia de imputación por el intento de homicidio. Las autoridades ahora investigan las circunstancias en las que murió y si existieron fallas en la supervisión dentro de la dependencia.

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La víctima del ataque, una mujer de 55 años, había sobrevivido a la agresión ocurrida el viernes alrededor de las 20:20 en la calle 13 entre 4 y 6 del barrio Puerta del Sol. Según su testimonio, Viganotti la atacó con una trincheta y escapó inmediatamente después. Los gritos de auxilio alertaron a vecinos que llamaron a la Policía, lo que permitió la rápida intervención. La mujer fue trasladada en ambulancia al Hospital 4 de Junio con dos cortes en el lado derecho del cuello, además de lesiones en la mano izquierda y en el antebrazo derecho.

Durante las primeras horas de la investigación, la Policía logró recuperar la trincheta utilizada en el ataque. Un vecino relató que había visto algo extraño en el patio interno de su vivienda y los agentes encontraron allí una trincheta plástica verde, aparentemente nueva, con una hoja de tres centímetros. El objeto presentaba restos de cabello, manchas de sangre y un fragmento de tela rosa, elementos incorporados a la causa como evidencia clave.

Mientras la Justicia chaqueña avanza en la investigación y busca determinar cómo murió el detenido, otro caso reciente de violencia extrema resuena en el país. En San Juan, Renzo David Esquivel, acusado de intentar matar a su ex pareja y madre de sus hijos a comienzos de año, recibió una condena de diez años de prisión en un juicio abreviado realizado el pasado 26 de noviembre. El acusado aceptó la pena por homicidio en grado de tentativa agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, lo que evitó un juicio oral donde enfrentaba hasta trece años de cárcel.

El ataque cometido por Esquivel ocurrió el 30 de marzo en el barrio Los Pinos, en Chimbas. En medio de una discusión, tomó un cuchillo de carnicero y le aplicó más de diez puñaladas a la mujer. La intervención del hijo mayor, quien arrojó un camión de juguete para detener la agresión, fue crucial para que la víctima pudiera escapar y pedir ayuda a una vecina. Los vecinos la asistieron y la trasladaron de urgencia al Hospital Marcial Quiroga, donde logró recuperarse de las heridas.

La investigación del caso en San Juan también reveló antecedentes de violencia reiterada en el hogar. El informe de riesgo por violencia de género determinó un nivel alto y documentó años de amenazas y agresiones que se intensificaban cuando Esquivel consumía alcohol y drogas. El imputado reconoció ante la Policía que había intentado matarla, lo que se sumó al testimonio de vecinos que lo vieron atacar a la mujer, a los informes médicos y a la evaluación psicológica del menor que presenció la escena.

Ambos episodios vuelven a situar en el centro del debate la violencia de género y la protección de las víctimas, así como las condiciones de detención y custodia de los acusados en casos de extrema gravedad.