Franco Colapinto vivió una clasificación llena de contrastes en el Gran Premio de Las Vegas, la 22ª fecha de la temporada de Fórmula 1. El argentino sacó provecho de la lluvia que complicó a los equipos y mezcló las diferencias habituales entre los autos, lo que le permitió avanzar a la Q2 en un fin de semana que venía cuesta arriba para Alpine.

Minutos antes de iniciarse la clasificación, la llovizna se transformó en un aguacero que dejó la pista encharcada. La mayoría de los equipos salió con neumáticos intermedios, pero la superficie estaba demasiado mojada y Colapinto advirtió por radio que no tenía agarre. De inmediato fue a boxes, calzó gomas de lluvia extrema y comenzó una recuperación sostenida.

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Vuelta tras vuelta, el argentino mejoró sus tiempos, aunque siempre por detrás de su compañero Pierre Gasly, claramente más rápido en todas las condiciones del fin de semana. Aun así, Colapinto logró cerrar una gran vuelta en el final de la Q1 que lo dejó 11° y en la siguiente fase, mientras figuras como Lewis Hamilton, Kimi Antonelli y Alex Albon quedaban eliminados.

Ya en la Q2, el escenario seguía siendo el mismo: mantenerse en pista, evitar errores y aprovechar cada oportunidad que brindaba el asfalto mojado. Colapinto encaró su última vuelta lanzada con un ritmo que lo tenía bajando casi un segundo su mejor registro, lo que le abría una posibilidad, aunque ajustada, de alcanzar la Q3.

Pero en la anteúltima curva, su Alpine pisó el piano y se desacomodó por completo. Esa maniobra lo dejó sin la vuelta que necesitaba. Para colmo, las baterías del sistema eléctrico de su unidad de potencia quedaron sin carga suficiente para otro intento y tuvo que ir directo a boxes. Su tiempo final, 1m53s683, lo ubicó 15° de cara a la largada.

Gasly, en cambio, marcó una vuelta sólida que le permitió avanzar a la Q3 y cerrar la clasificación en la décima posición, confirmando la diferencia interna que el francés mostró durante el fin de semana.

Para la carrera se espera pista seca, frío y poco agarre, un panorama menos favorable para Alpine. Tras el impulso que dio la lluvia, el equipo no descarta que un nuevo chaparrón sea la única esperanza de repetir el rendimiento mostrado en la qualy.