Boca Juniors celebró una jornada perfecta en La Bombonera. Con una actuación sólida y una atmósfera eléctrica, el equipo de Claudio Úbeda venció 2 a 0 a River Plate y se clasificó a la Copa Libertadores 2026, tras dos temporadas de ausencia. El Changuito Zeballos, autor de un gol y una asistencia, fue la gran figura del Superclásico.

El conjunto azul y oro, líder de la Zona A del Torneo Clausura, volvió a imponerse ante su clásico rival y desató la alegría de su gente. En cambio, el presente de River es crítico: el equipo de Marcelo Gallardo sufrió su octava derrota en once partidos y quedó al borde de perder su lugar en la próxima Libertadores, comprometido en la tabla anual.

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El primer tiempo fue parejo, trabado y sin demasiadas emociones. Ambos equipos se cuidaron más de la cuenta, priorizando el orden defensivo sobre el riesgo. Sin embargo, cuando parecía que el marcador no se movería, Zeballos rompió el silencio en tiempo de descuento. A los 46 minutos, aprovechó un rebote tras un remate que había tapado Franco Armani y puso el 1-0 para el local.

El golpe fue doble, porque apenas iniciado el complemento, Boca asestó otro impacto decisivo. Zeballos volvió a ser determinante: escapó por derecha, desbordó y asistió a Miguel Merentiel, que definió sin oposición para el 2-0. En apenas minutos, el Xeneize selló la historia.

Desde entonces, el dominio fue absoluto. Boca manejó el ritmo, generó varias situaciones claras —incluidas cinco chances de Milton Giménez, que no logró concretar— y controló a un River sin respuestas. La visita apenas inquietó con un par de remates de Montiel y Salas, mientras el arquero Marchesín respondió con seguridad cada vez que fue exigido.

El Xeneize incluso tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja con un penal cobrado sobre Giménez, aunque la revisión del VAR corrigió la decisión y anuló la sanción. River, en cambio, desperdició su chance más clara cuando Galarza falló un gol increíble debajo del arco.

El final fue una fiesta azul y oro. Con los hinchas cantando por la clasificación y el regreso a la Libertadores, Boca celebró un triunfo que vale más que tres puntos: cortó una racha adversa en los clásicos y confirmó su recuperación futbolística.

River, por su parte, atraviesa un momento delicado. Sexto en la Zona A con 21 puntos y fuera de la zona de clasificación directa, el equipo de Gallardo aún no aseguró su pase a los octavos y corre riesgo de quedar fuera del máximo torneo continental.

Boca cerrará el Clausura ante Tigre, en La Bombonera, con la confianza en alza y la ilusión de coronar un semestre que, tras la fiesta ante su eterno rival, ya tiene sabor a gloria.