LAS MIL Y UNA SALSA
26 de octubre de 2025
Cómo hacer una salsa de mostaza y miel perfecta: el equilibrio justo entre dulce y picante

Suaves, intensos y complementarios, los sabores de la miel y la mostaza se unen en una salsa versátil ideal para carnes, ensaladas y sándwiches.
Historia de la salsa:
La salsa de mostaza y miel tiene una historia relativamente reciente, aunque sus ingredientes principales son milenarios. La mostaza se utilizaba ya en la antigua Roma y Grecia como condimento picante elaborado a partir de semillas molidas mezcladas con vino o vinagre. Era muy apreciada por su sabor intenso y por su capacidad de realzar carnes y pescados. Por su parte, la miel era uno de los pocos endulzantes naturales disponibles en la antigüedad, empleada tanto en la cocina como en la medicina por sus propiedades conservantes y su dulzura característica.
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La combinación de ambos ingredientes —miel y mostaza— comenzó a popularizarse a mediados del siglo XX, especialmente en Europa y Estados Unidos, donde los chefs buscaban equilibrar los sabores picantes y ácidos de la mostaza con el dulzor natural de la miel. El resultado fue una salsa suave, cremosa y con un contraste perfecto, ideal para acompañar carnes blancas, ensaladas y sándwiches.
Con el tiempo, la salsa de mostaza y miel se consolidó como un clásico moderno en la gastronomía internacional. Su versatilidad la llevó a formar parte de recetas tradicionales y contemporáneas, desde alitas glaseadas hasta ensaladas gourmet. Hoy en día, su popularidad se mantiene gracias a su sencillez, su sabor equilibrado y su capacidad de transformar platos cotidianos en preparaciones más sofisticadas.
Ingredientes:
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3 cucharadas de mostaza (de Dijon o amarilla, según gusto)
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2 cucharadas de miel pura
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1 cucharada de jugo de limón o vinagre suave
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1 cucharada de aceite de oliva (opcional)
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Sal y pimienta a gusto
Preparación:
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En un bol pequeño, colocar la mostaza y la miel.
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Agregar el jugo de limón o el vinagre y mezclar bien hasta integrar.
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Si se desea una textura más ligera, incorporar el aceite de oliva en forma de hilo mientras se bate.
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Condimentar con sal y pimienta a gusto.
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Dejar reposar unos minutos para que los sabores se integren antes de servir.
La salsa de mostaza y miel es ideal para acompañar pollo a la plancha, cerdo, costillas, ensaladas verdes, sándwiches gourmet y papas al horno. También se usa como dressing en wraps, como baño para alitas de pollo o como toque final en hamburguesas. Su equilibrio entre dulzura y acidez la convierte en una de las salsas más versátiles y queridas en la cocina moderna.










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