Javier Milei arribó este martes a Estados Unidos en un viaje clave para asegurar respaldo financiero ante la creciente presión cambiaria y la cercanía de las elecciones legislativas. La visita se produce tras la derrota en la Provincia de Buenos Aires, que aceleró la utilización del denominado “botón rojo” del Tesoro norteamericano, previsto originalmente para situaciones excepcionales.

El plan, anticipado meses atrás por Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, contempla una línea de crédito similar a la otorgada solo a México hace 30 años. Aunque aún no se conocen los detalles finales, la cifra del préstamo oscilaría entre 10.000 y 30.000 millones de dólares, suficiente para garantizar reservas hasta los comicios.

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El viaje incluye un encuentro bilateral con Donald Trump en Nueva York, previsto alrededor de las 13 hora argentina, tras la intervención del mandatario estadounidense en la 80º Asamblea General de la ONU. Además, Milei mantendrá reuniones con Kristalina Georgieva, titular del FMI, quien expresó apoyo a la iniciativa de Bessent para prestar fondos a Argentina.

Junto al Presidente viajan el canciller Gerardo Werthein, el ministro de Economía Luis Caputo, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el vocero presidencial Manuel Adorni. Mañana miércoles, Milei hablará ante la Asamblea General de Naciones Unidas y participará de una gala en la que recibirá un reconocimiento de manos de Bessent.

El Gobierno busca con este viaje dar señales de confianza al mercado y asegurar divisas suficientes para enfrentar la demanda antes de las elecciones. Según fuentes oficiales, la decisión de acelerar la negociación se tomó luego de la fuerte pérdida en la Provincia de Buenos Aires y tras la reciente eliminación de retenciones a la carne y los granos, medidas destinadas a fortalecer la entrada de dólares al país.

El secretario del Tesoro, Bessent, advirtió que “todas las opciones están sobre la mesa para estabilizar a Argentina”, incluidas líneas de swap y compras directas de divisas, y destacó que la decisión dependerá de la evolución de los mercados y del flujo de capitales.

El viaje de Milei a Estados Unidos representa, según analistas, el intento de garantizar un colchón económico antes de las elecciones, aunque la incógnita sobre el resultado político permanece abierta.