Una multitud se concentró frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner para expresarle su apoyo, en una jornada cargada de gestos simbólicos y reclamos políticos que marcan un nuevo capítulo en la geografía del peronismo.

Al cumplirse 100 días desde que la Corte Suprema ratificó la condena contra Cristina Fernández de Kirchner, miles de militantes, vecinas y vecinos se congregaron frente a su departamento en San José 1111, donde la ex presidenta cumple prisión domiciliaria. Entre banderas, bombos y cánticos, se escuchó fuerte el pedido por su libertad y se consolidó un nuevo ritual político entre el balcón y la vereda.

La expresidenta, que suele responder a cada manifestación con gestos de cercanía, se mostró emocionada: recibió flores, devolvió corazones con las manos, aplaudió, tiró besos al aire y acompañó los cánticos de “A volver, a volver”. La escena fue descripta por una vecina como un “diálogo cotidiano” entre Cristina y quienes la visitan, donde cada saludo o agradecimiento se transforma en un hecho político y humano.

El encuentro fue también escenario de mensajes políticos. Axel Kicillof señaló que “cada día con Cristina detenida, Argentina es un país más injusto y una democracia más débil”. Por su parte, la propia Kirchner criticó a Luis Caputo y Federico Sturzenegger por la situación financiera y advirtió: “Cada vez está más claro por qué estoy presa”.

Referentes de Fuerza Patria como Teresa García, Lucía Cámpora y Estela Díaz destacaron que la esquina de San José se consolidó como un punto de resistencia y de expresión popular, donde conviven la denuncia de lo que consideran una injusticia con la construcción de un proyecto político alternativo.

La jornada cerró con la aparición en el balcón de Jorge Taiana, candidato de Fuerza Patria para las elecciones de octubre, en un gesto que vinculó la resistencia diaria con la campaña electoral.