Ángel Di María fue presentado oficialmente este lunes como nuevo jugador de Rosario Central, en una conferencia de prensa celebrada en el Salón Centenario del Gigante de Arroyito. Conmovido, el ídolo canalla no pudo contener las lágrimas al hablar de su regreso: “Esto es más que todo lo que hice. Volver a casa después de tanto tiempo, vivir en Rosario y vestir la camiseta de Central es muy especial”.

“Mejor una pelota, mucho más fácil”, bromeó al iniciar su exposición, visiblemente emocionado por el recibimiento. El reencuentro con los hinchas será este viernes 12 de julio, cuando Central reciba a Godoy Cruz por la primera fecha del torneo Clausura, y Di María no descartó estar presente en el campo: “Preguntale a Ariel si voy a estar o no. Seguramente el sábado va a ser muy lindo, después veremos si me toca jugar o no, será decisión de Ariel”, dijo entre risas.

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“Ser campeón con Central, es lo único que me falta. El sueño de volver estaba, lo cumplí. Ahora el siguiente es intentar ser campeón con Central y es el deseo que tiene mi familia y yo”, remarcó el futbolista, que llega en plena forma física tras jugar todos los partidos con el Benfica en el último Mundial de Clubes.

A pesar de que la institución había pedido evitar aglomeraciones y aclaró que el evento sería únicamente para la prensa, miles de hinchas se acercaron a la entrada del estadio para darle la bienvenida. “Fideo” ya tuvo su primer entrenamiento con el plantel en Arroyo Seco y lo describió como “muy positivo y lleno de alegría”.

El cierre de la jornada tuvo el broche que todos esperaban: la camiseta. Di María la mostró primero junto al mánager Federico Lussenhoff y luego, en el campo de juego, rodeado de su familia. La escena marcó el inicio de un nuevo capítulo en la historia del ídolo con la camiseta auriazul.

Ángel Di María, de 37 años, acumuló seis goles en 39 partidos en su primera etapa en Rosario Central. Ahora regresa como campeón del mundo con la Selección Argentina y con la ilusión intacta de consagrarse con el club de sus orígenes.