RINCóN LITERARIO
15 de junio de 2025
El poder devorador de las cosas repetidas
La rutina desgasta y arrasa. Silenciosamente. Cuando lo advertimos, es demasiado tarde. Alicia Alvarez nos cuenta una de estas historias.
El poder devorador de las cosas repetidas.
Llevábamos muchos años juntos. Al principio, todo era alegría, proyectos, pasión,
Más adelante vinieron los hijos, los compromisos, la escuela, las enfermedades, pasamos de ser nosotros a ser “los padres de”.
Con los años los chicos crecieron. Se recibieron y buscaron sus propios caminos, uno en el exterior. el otro en una empresa del interior del país.
Entonces nos buscamos afanosamente a través de actividades que llenaran nuestros espacios vacíos, eso sí: lo hicimos por separado. Ya no nos sorprendíamos con algún regalo inesperado, una invitación a comer o un gesto de ternura.
Cada uno se dedicó a sus nuevas experiencias, reuniéndonos con otros, con quienes compartíamos inéditas diversiones y flamantes aprendizajes.
Hoy, mientras leía un libro, levanté los ojos por encima, y vos pasabas, desde la puerta de entrada atravesaste la estancia hacia el escritorio, ensimismado. Ni siquiera te diste cuenta que yo estaba.
¿Qué pasó para que nos convirtiéramos en fantasmas?
Nuestras presencias ya no se entrelazan, vagan errantes por lugares que ya no nos contienen, donde lo único que nos convoca son temas mundanos, como las compras diarias o los gastos de la casa.
¿Dónde se fue el asombro, la complicidad? ¿En qué momento perdimos el rumbo y nos quedamos compartiendo un espacio común, pero a destiempo?
Como fantasmas, que no saben que ya están muertos.
Alicia Alvarez
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