El paro de colectivos de 24 horas anunciado para este viernes 28 de marzo fue suspendido luego de que la Secretaría de Trabajo de la Nación dictara la conciliación obligatoria a pedido de las cámaras empresariales del sector. De esta manera, el servicio de transporte de pasajeros en todo el país funcionará con normalidad.

El Ministerio de Capital Humano confirmó la medida a través de un comunicado en el que destacó la necesidad de “garantizar la prestación del servicio público de transporte y preservar el diálogo entre las partes”. La decisión responde al reclamo de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP) y la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA), que solicitaron la intervención del Gobierno para evitar la paralización del servicio.

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“El Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Trabajo, estableció un plazo de 15 días de conciliación obligatoria, durante el cual tanto las cámaras como el gremio están inhibidos de tomar cualquier represalia o medida de fuerza”, señala el comunicado oficial, en el que se insta a las partes a “retomar las negociaciones en un marco de legalidad y respeto”.

El conflicto se originó en el reclamo salarial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que exige un aumento del 2,5% mensual entre febrero y abril, lo que implicaría un incremento del salario básico de $1.200.000 a $1.300.000. Sin embargo, las cámaras empresarias aseguran que no pueden afrontar esa suba debido a la Resolución 8/2025 de la Secretaría de Transporte, que establece un congelamiento de subsidios y tarifas hasta junio.

“El origen de este problema es que la UTA está reclamando una recomposición salarial que para el AMBA representaría unos $30.000 millones que las empresas no tienen”, explicó Luciano Fusaro, representante de AAETA. Y agregó: “La Secretaría de Transporte congeló los subsidios para el primer semestre, con lo cual no hay forma de afrontar ese costo si no se recompone por tarifa o subsidio”.

Desde la UTA insistieron en que el aumento es imprescindible para afrontar la inflación y las dificultades económicas que atraviesan los trabajadores del sector. Sin un acuerdo previo, el gremio había decidido convocar a una medida de fuerza, que finalmente quedó suspendida por la intervención del Gobierno.