La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció la realización de un nuevo paro nacional para el próximo 10 de abril, en rechazo a las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza, que ya cuenta con la adhesión de gremios clave como los del transporte, se inscribe en un plan de lucha que incluirá la participación en la marcha del 24 de marzo, un fuerte respaldo a las protestas de jubilados y una movilización masiva el 1º de mayo, en el Día del Trabajador.

La decisión fue adoptada durante una reunión del Consejo Directivo de la CGT, en la que los dirigentes coincidieron en la necesidad de avanzar con acciones concretas ante "el deterioro de los salarios, la negativa oficial a liberar las paritarias y la creciente conflictividad social". Durante el encuentro, algunos sectores propusieron endurecer aún más la protesta con una huelga de 36 horas, aunque finalmente se acordó avanzar con la modalidad de un paro de 24 horas con alto impacto en el transporte, la industria y los servicios.

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“Exigimos la libertad para negociar paritarias sin restricciones”, sostuvo Héctor Daer, cosecretario general de la CGT, al término de la reunión. “Pedimos un aumento para los jubilados y apoyamos la discusión en el Congreso sobre el bono de $760.000 para los sectores más vulnerables”, agregó.

El plan de lucha comenzará este viernes con una serie de encuentros organizativos en la sede central de la CGT. Entre las primeras acciones, la central sindical participará de la marcha del Día de la Memoria, que se realizará el próximo 24 de marzo, en conjunto con organismos de derechos humanos. Además, se fortalecerá la presencia gremial en las protestas semanales de los jubilados, con una movilización masiva prevista para el 9 de abril, en la previa del paro general.

La medida de fuerza contará con un alto nivel de adhesión, especialmente en el transporte público. Gabriel Gusso, secretario gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), confirmó que "no se moverá ninguna unidad" durante la jornada de paro. “La UTA apoya lo que propuso la CGT porque no se sostiene más la falacia oficial con respecto a una inflación que supuestamente no existe”, remarcó.

Desde la central obrera también reclamaron la reactivación de la obra pública, al advertir que “muchas construcciones con un 90% de avance quedaron paralizadas”. En la misma línea, dirigentes sindicales denunciaron que el Gobierno mantiene congelados los salarios de los trabajadores estatales y advirtieron que el recorte presupuestario está afectando a sectores clave como la salud y la educación.

El anuncio del paro marca el fin de la tregua que la CGT había mantenido tras la asunción de Milei. Luego de la última gran movilización del 1º de mayo de 2024, la conducción cegetista optó por el diálogo con el Ejecutivo. Sin embargo, ante la persistencia del ajuste y la falta de respuestas a los reclamos gremiales, la central obrera decidió retomar la protesta en las calles y desafiar las políticas del Gobierno con una medida de fuerza de alto impacto nacional.