Las empresas de transporte de la provincia de Buenos Aires suspendieron el paro de colectivos previsto para el domingo tras alcanzar un acuerdo con la administración de Axel Kicillof. La medida de fuerza había sido anunciada por la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) ante la falta de fondos para afrontar costos operativos, en el marco de la disputa con el gobierno nacional por la actualización de los subsidios.

El conflicto afectaba a las líneas locales que operan en el conurbano sin ingresar a la Ciudad de Buenos Aires (numeración entre 201 y 600). Según el plan original, el servicio se hubiera detenido por completo el domingo 9 de febrero y luego funcionado con horarios reducidos a partir del lunes.

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"La liquidez está comprometida y no se pueden afrontar los gastos corrientes básicos para poner los coches en marcha", había advertido Guillermo Morales, directivo de la CTPBA. Desde la cámara insistieron en que la protesta no tenía motivaciones políticas, sino que respondía a una necesidad económica derivada de la falta de actualización de los montos subsidiados.

El conflicto también expone la disputa entre la Nación y la Provincia por el financiamiento del transporte. Morales explicó que "lo que hace Nación es hacer el cálculo de cuánto cuesta el transporte bonaerense y lo deriva a la Provincia, que es la que debe pagar". Sin embargo, desde septiembre el gobierno de Javier Milei decidió recortar subsidios a las líneas locales del AMBA, manteniéndolos solo para las que cruzan la General Paz o el Riachuelo.

Finalmente, tras una reunión virtual con el ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, la CTPBA confirmó que se efectivizaron los pagos de subsidios y se suspendió el paro. No obstante, advirtieron que el problema no está resuelto de fondo y que podrían surgir nuevos conflictos si la Nación no actualiza la estructura de costos, que lleva meses postergada.

A su vez, la UTA anticipó que en febrero iniciará negociaciones paritarias, lo que podría derivar en reclamos salariales que agraven la crisis del sector y afecten a los pasajeros del AMBA.