River Plate inició su camino en el Torneo Apertura 2025 con más dudas que certezas al igualar 1-1 frente a Platense en Vicente López. En el regreso oficial de Marcelo Gallardo como entrenador tras su primera pretemporada al mando, el equipo millonario se mostró deslucido y solo logró rescatar un punto en los últimos minutos, gracias a una jugada que destacó por las individualidades.

El conjunto dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez salió al campo con un planteo inteligente que complicó seriamente al visitante, cerrándole los caminos al área e impidiéndole imponer su juego. La estrategia dio sus frutos rápidamente: a los 12 minutos, un tiro libre ejecutado por Vicente Taborda desde la derecha fue conectado por Ignacio Vázquez, en una jugada desafortunada para Franco Armani, quien no pudo evitar que el balón terminara en su arco.

Desde entonces, Platense controló el partido con solidez y, ante la pasividad de River, estuvo más cerca de ampliar la ventaja que de sufrir el empate. Franco Minerva y Augusto Lotti tuvieron oportunidades claras, pero se encontraron con un Armani más atento que evitó que el resultado se ampliara.

El Millonario, mientras tanto, solo generó peligro con un disparo de media distancia de Manuel Lanzini, que fue bien contenido por el arquero Juan Pablo Cozzani. Durante gran parte del encuentro, River careció de ideas claras y se mostró desconectado, dejando la sensación de que Platense tenía todo bajo control.

Sin embargo, el tramo final del partido mostró otra cara del equipo de Gallardo, impulsado por los ingresos desde el banco. A los 41 minutos, en su única jugada realmente peligrosa, Pablo Solari envió un centro desde la derecha que Cozzani despejó corto, y el recién ingresado Matías Rojas conectó un cabezazo certero junto al poste para sellar el empate.

El pitazo final dejó un sabor agridulce para ambos equipos: River se fue con alivio por haber evitado la derrota, pero con muchas preguntas sobre su rendimiento. Por su parte, Platense lamentó haber dejado escapar un triunfo que parecía en sus manos.

El Millonario deberá trabajar para recuperar su identidad futbolística en las próximas fechas, mientras que el Calamar se quedó con la certeza de haber comenzado el torneo a la altura de un rival de jerarquía.