Aunque el Gobierno de Javier Milei celebra una supuesta estabilización económica tras su primer año de gestión, un análisis detallado revela importantes desequilibrios en los precios relativos de la economía. Según un informe de la consultora LCG, rubros como alimentos, medicamentos y elementos de cuidado personal experimentaron incrementos muy superiores a la inflación promedio del 117,8% registrada en 2024.

El estudio comparó las variaciones de los 21 grupos que conforman el Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024. Además, estableció como referencia diciembre de 2018, considerado el último momento en que los precios relativos se encontraban en equilibrio, para evaluar cómo ciertos rubros se desviaron de la inflación general acumulada.

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Los resultados muestran que sectores regulados como electricidad, gas y combustibles promediaron un incremento del 430% anual, más del triple que la inflación general. A pesar de estos aumentos, estos servicios aún acumulan atrasos en relación con la variación del IPC desde 2018. De acuerdo con el informe, “queda un remanente por ajustar” para estos sectores si se busca recuperar la estructura de precios relativos de ese período.

Por otro lado, los bienes esenciales como alimentos (95%), medicamentos (86%) e indumentaria (85%) muestran aumentos que, aunque inferiores a la inflación anual, superan ampliamente los ajustes necesarios para alinearse con los precios relativos de referencia. En contraste, rubros como bebidas sin alcohol, equipos audiovisuales y bienes para el hogar presentan incrementos por debajo del promedio, posiblemente afectados por una menor demanda o competencia externa.

El informe también destacó la complejidad del ajuste de precios relativos. “Para alcanzar un equilibrio, los grupos que se encuentran en los cuadrantes inferiores deben seguir elevando sus precios, mientras que aquellos con espacio para aumentos menores, como vehículos, indumentaria o medicamentos, deberían hacerlo a un ritmo más moderado”, subrayó LCG.

A pesar de las aparentes señales de estabilidad en el índice general, el documento advierte que la sobrerreacción de ciertos rubros y el atraso acumulado de otros sectores siguen generando distorsiones significativas. Según LCG, “el ajuste de precios relativos aún está lejos de completarse”, dejando en evidencia los desafíos que enfrenta el modelo económico del oficialismo.

El análisis pone en el centro del debate la desigual distribución del impacto inflacionario, con los bienes esenciales encabezando las alzas y los sectores regulados luchando por cerrar brechas históricas. Mientras tanto, los consumidores continúan enfrentando una pérdida de poder adquisitivo en un contexto de incertidumbre económica.