El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la concreción de un REPO con cinco entidades financieras internacionales por US$ 1.000 millones, con un plazo de dos años y cuatro meses, y a una tasa fija del 8,8% anual. La subasta inicial, realizada el 27 de diciembre, generó una demanda que casi triplicó el monto licitado, con ofertas por US$ 2.850 millones, reflejando un notable interés por parte del mercado internacional.

Según el BCRA, “el fuerte interés demostrado por los principales bancos internacionales afianza el proceso de normalización en el acceso a los mercados internacionales de crédito, en sintonía con la caída del riesgo país y el ordenamiento macroeconómico”.

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La operación de pase pasivo, que utiliza títulos BOPREAL Serie 1-D como garantía, es comparable a un préstamo respaldado por activos financieros, donde el emisor pacta recomprar los títulos en una fecha futura.

El desafío del endeudamiento en 2025

Este nuevo préstamo se da en un contexto de elevados vencimientos en moneda extranjera para el próximo año, que totalizan alrededor de US$ 24.000 millones para el sector público consolidado (Nación y provincias). De ese monto, US$ 11.290 millones corresponden a títulos públicos, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) demanda pagos por US$ 3.000 millones, y los organismos multilaterales otros US$ 4.000 millones. A esto se suman los vencimientos provinciales, que alcanzan los US$ 6.000 millones, y las primeras cuotas del swap con el Banco Central de China.

Sin la posibilidad de ampliar el swap chino ni acceder a un financiamiento significativo de organismos bilaterales, el Gobierno enfrenta un calendario exigente, ya que entre enero y julio de 2025 vencerá el 70% de la deuda total del año, aproximadamente US$ 15.989 millones.

El éxito del plan de refinanciación dependerá de la capacidad del equipo económico liderado por Luis Caputo para controlar la inflación y generar condiciones favorables en el mercado internacional. Sin embargo, los costos del endeudamiento y los desafíos de acceso a financiamiento condicionan las perspectivas económicas del actual gobierno.