De acuerdo con los datos oficiales, la división con el mayor incremento mensual fue Educación, con un 5,1%, seguida por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que subió un 4,5%. Por otro lado, Equipamiento y mantenimiento del hogar (1,5%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,9%) mostraron los menores aumentos del período.

En términos regionales, el informe señala que la Patagonia lideró las subas con una inflación del 3,3%, seguida por el Gran Buenos Aires, que registró un 2,6%. En cuanto a categorías específicas, los "regulados" tuvieron el mayor incremento (3,5%), seguidos por el IPC núcleo (2,7%), mientras que los bienes y servicios "estacionales" mostraron una baja del 1,2%.

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El organismo destacó que, en la región pampeana, cuyana y patagónica, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles tuvo la mayor incidencia, mientras que en el Gran Buenos Aires fue Transporte (3,4%). En el noreste, las subas más altas se dieron en Prendas de vestir y calzado (1,9%), y en el noroeste, en Restaurantes y hoteles (3,6%).

No obstante, el dato oficial contrasta con las proyecciones privadas. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central con estimaciones de consultoras y analistas, había previsto una inflación cercana al 2,9%. Consultoras como Equilibra y Analytica calcularon un 2,7%, mientras que EcoGo Consultores y la Fundación Libertad y Progreso estimaron un 2,9%.

En un contexto donde las expectativas inflacionarias para diciembre superan los tres puntos porcentuales, el margen entre los datos oficiales y los cálculos privados reaviva las sospechas. Críticos señalan que podría tratarse de un intento por controlar artificialmente las cifras, mientras otros defienden la metodología del INDEC. El debate en torno a la transparencia de los datos parece no dar tregua.