En un hecho sin precedentes para la Argentina y Latinoamérica, el Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan llevó a cabo con éxito el primer trasplante de hígado a partir de un donante en asistolia, es decir, una persona cuyo fallecimiento se produjo tras la pérdida irreversible de la actividad cardíaca. Este tipo de procedimiento, contemplado en la Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, representa un avance significativo en la disponibilidad de órganos para trasplantes.

El receptor fue un niño de dos años internado en grave estado en la terapia intensiva del Garrahan, cuya condición requería con urgencia un trasplante y no contaba con un donante vivo. La oportunidad surgió gracias a un potencial donante internado en el Hospital Posadas, en el marco de un protocolo de ablación en asistolia coordinado por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).

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La compleja intervención implicó la colaboración simultánea de equipos multidisciplinarios en ambos hospitales. Participaron cirujanos especializados, perfusionistas, enfermeros y otros profesionales del área de ablación hepática y cirugía cardiovascular del Garrahan, junto con intensivistas, instrumentadores y coordinadores del Hospital Posadas. El operativo demandó precisión extrema y una coordinación impecable supervisada por el INCUCAI.

La donación en asistolia, que en esta primera etapa se realiza bajo el protocolo de donantes en asistolia controlada, abre nuevas posibilidades en la medicina trasplantológica argentina. Este protocolo se aplica en pacientes para quienes se ha decidido el retiro de las medidas de soporte vital tras consenso médico y familiar.

“El desarrollo de la donación en asistolia es un paso esencial para incrementar el pool de donantes y reducir las listas de espera para trasplantes en nuestro país”, destacaron desde el INCUCAI. Además, remarcaron que el proceso de adecuación terapéutica previo es competencia exclusiva del equipo médico de cuidados intensivos, en diálogo con las familias y respetando las voluntades del paciente.

Este avance fue posible gracias a la aprobación de la Resolución 327/2023 del INCUCAI, que normatiza la extracción de órganos en estos casos, y al trabajo conjunto de la Sociedad Argentina de Trasplante, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, las Comisiones Asesoras del INCUCAI y la Comisión Federal de Trasplantes (COFETRA).

El procedimiento realizado en el Garrahan simboliza un nuevo capítulo en la medicina argentina, demostrando que los avances tecnológicos y las políticas públicas de salud pueden converger para salvar vidas.