La iniciativa del gobierno nacional para privatizar Aerolíneas Argentinas enfrenta un obstáculo en el Congreso, donde la falta de votos ha detenido el avance del proyecto. A pesar de la presión de la Casa Rosada sobre sectores aliados, como el bloque Encuentro Federal (EF), y de la aprobación de un dictamen favorable impulsado por el presidente de la Cámara, Martín Menem, el oficialismo no ha logrado reunir los 129 votos necesarios para sancionar la norma.

La estrategia inicial del Gobierno, que contaba con el apoyo de diputados de Juntos por el Cambio y la Coalición Cívica, se topó con resistencias dentro de las fuerzas provinciales y de Unión por la Patria. Desde el bloque de Miguel Ángel Pichetto se propuso una alternativa de privatización parcial, pero la Casa Rosada se ha mostrado inflexible, insistiendo en liquidar la totalidad de la compañía.

En los últimos días, el Gobierno ha comenzado a tensionar el conflicto con los gremios aeronáuticos. Voces como las de Manuel Adorni y Federico Sturzenegger han calificado de "terrorismo sindical" las posiciones gremiales, y se ha amenazado con declarar un proceso preventivo de crisis. La estrategia oficial busca desgastar a los sindicatos y, a la vez, generar malestar social que aumente el respaldo a la privatización. "El objetivo es llevar la situación al límite para que la oposición no tenga más opción que acompañarnos", explicó un funcionario de Casa Rosada.

Esta táctica también pretende replicar el escenario de la Ley Bases, cuando en una votación preliminar 138 diputados apoyaron la privatización de Aerolíneas, aunque luego el Senado modificó el texto. Desde el PRO, Hernán Lombardi expresó confianza en que el malestar público ante el conflicto gremial podría inclinar la balanza a favor de la privatización.

Entretanto, la iniciativa permanece en stand by, mientras Menem intenta desactivar otras sesiones clave en la Cámara de Diputados, incluyendo una propuesta de modificación de la Ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Con el proceso trabado y una sociedad dividida, el futuro de Aerolíneas Argentinas sigue sin definirse en el Congreso.