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20 de octubre de 2024

Salsa Satay: El Toque Exótico de Maní para tus Brochetas y Carnes

Por: Carlos Rodriguez

Conoce su historia y aprende a preparar la tradicional salsa satay de cacahuate, perfecta para acompañar carnes a la parrilla y vegetales.

La salsa satay tiene sus orígenes en el sudeste asiático, particularmente en Indonesia, aunque se ha expandido a otros países de la región como Tailandia y Malasia. Su historia está ligada al plato de satay (o sate), que son brochetas de carne marinada asada a la parrilla. Estas brochetas se servían tradicionalmente con una salsa a base de cacahuate (maní) que complementaba los sabores ahumados de la carne.

El satay surgió como comida callejera popular en Indonesia, donde se empleaban carnes como el pollo, el cordero y la ternera. La idea de asar la carne en brochetas posiblemente fue influenciada por las prácticas culinarias árabes y del sur de la India, traídas por comerciantes y viajeros a la región durante el siglo XV.

La salsa satay se elaboraba originalmente con cacahuates triturados, especias locales y leche de coco, resultando en una mezcla cremosa, dulce y salada, a menudo con un toque picante. Con el tiempo, la receta ha evolucionado, pero mantiene los elementos básicos que le dan su sabor distintivo. Hoy, la salsa satay es un clásico no solo en Indonesia, sino también en Tailandia, donde ha adquirido variaciones según los ingredientes locales.

Es una de las salsas más icónicas del sudeste asiático y, gracias a su versatilidad y sabor único, ha ganado popularidad en todo el mundo como acompañamiento para carnes, pescados y vegetales.

 

Ingredientes:

  • 1/2 taza de mantequilla de maní
  • 1/4 taza de leche de coco
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 diente de ajo picado
  • Jugo de 1 lima
  • 1 cucharadita de jengibre rallado
  • Chile en polvo al gusto

Preparación:

  1. Mezclar ingredientes: En un bol, combina la mantequilla de maní, leche de coco, salsa de soja, ajo y jengibre.
  2. Añadir azúcar y lima: Agrega el azúcar moreno y el jugo de lima, mezcla bien.
  3. Ajustar sabor: Añade chile en polvo para darle un toque picante si lo prefieres. Cocina a fuego lento hasta que se espese y listo, a usar.

 

La salsa satay es versátil y se utiliza en una gran variedad de platos, principalmente en la cocina del sudeste asiático. Aquí algunos ejemplos de comidas en las que se puede usar:

  1. Brochetas de carne: La aplicación más clásica. Se sirve con brochetas de pollo, ternera, cordero o cerdo, que han sido marinadas y luego asadas a la parrilla.

  2. Platos de pescado: La salsa satay puede acompañar pescados a la parrilla o al vapor, dándole un toque cremoso y especiado.

  3. Vegetales asados o salteados: Perfecta para acompañar verduras como pimientos, zanahorias, brócoli o berenjenas, ya sea asados o salteados.

  4. Tofu o tempeh: Para los vegetarianos, el satay es ideal para dar sabor al tofu o tempeh, cocinados a la parrilla o salteados.

  5. Ensaladas estilo asiático: Se puede usar como aderezo para ensaladas que incluyan vegetales crudos o cocidos y fideos de arroz, ofreciendo una mezcla de texturas y sabores.

  6. Noodles: Como salsa para noodles o fideos de arroz, añadiendo un toque cremoso y delicioso a este tipo de platos.

  7. Wraps o rollos de primavera: La salsa satay también se usa como acompañamiento para wraps o rollos de primavera, tanto frescos como fritos.

Es un acompañamiento perfecto para cualquier plato que busque un equilibrio entre sabores dulces, salados y picantes.

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