El empleo registrado en Argentina sigue en contracción, aunque con una desaceleración en mayo y junio, según el último informe de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) publicada por la Secretaría de Trabajo, dependiente del Ministerio de Capital Humano.

En junio, el empleo registrado se redujo un 0,2% en comparación con el mes anterior, marcando así su séptima caída consecutiva. La población con trabajo registrado alcanzó los 13.211.000 personas en mayo, con una disminución de 22.180 empleos formales en comparación con el mes previo.

La pérdida de empleos afectó casi todas las modalidades ocupacionales. El personal en casas particulares sufrió una caída del 0,5%, el sector público del 0,3%, y tanto el sector privado como el trabajo independiente tuvieron mermas del 0,1%. En las ramas de actividad económica, la construcción y la industria manufacturera experimentaron las mayores caídas, con retrocesos del 0,7% y 0,5% respectivamente.

El informe también destaca una creciente tendencia en las suspensiones, que alcanzaron a 1 de cada 100 trabajadores en junio. Este nivel solo fue superado durante los meses de pandemia. El porcentaje de empresas que aplicaron suspensiones fue del 5,9%, el registro más alto del último año y similar a los niveles previos a la pandemia.

Las tasas de entrada y salida de personal reflejan una reducción en las incorporaciones y desvinculaciones, con la tasa de entrada en 1,3%, el valor más bajo en términos históricos, comparable solo con los niveles durante la pandemia y la salida de la convertibilidad. Las tasas de salida también disminuyeron, aunque el alto nivel de suspensiones compensa esta tendencia

La tasa de búsqueda de empleo en junio fue de 1,4%, el valor más bajo desde el inicio de la serie en 2007, solo comparable con el año 2020. En contraste, la tasa de no-cobertura de puestos mostró un aumento significativo, alcanzando el 6,9%, indicando una alta cantidad de puestos vacantes sin cubrir.

El informe de la EIL proporciona una visión detallada de la evolución del empleo en Argentina, incluyendo las altas y bajas de personal, ausentismo, suspensiones y expectativas empresariales, cubriendo aproximadamente el 60% de los asalariados registrados en el país.