Las desavenencias en el oficialismo ya dejaron de ser a puertas cerradas y las redes, donde habita LLA, se reparten insultos y denostaciones como si fueran barras, unos a otros, sin ajenos; toda la catarata de descalificaciones es entre propios.

El dólar y el riesgo país están por las nubes, el saqueo a las reservas de oro (las joyas de la abuela) y el mayor ajuste de la historia no parecen ser aún un empuje para la oposición, callada y en letargo. ¿El apoyo a Milei no será acaso parte de un contexto donde no hay nada en frente? El fenómeno de época es producto de la falta de alguien que lo contraste, que enamore, como anuncia el peronismo en palabras de Perón.

La aceptación popular del sector que votó a Massa mutó rápidamente a Kicillof, pero no alcanza. Dentro del territorio bonaerense, el actual intendente Ferraresi fomenta encuentros en distintos distritos, sumando peronismo en catarsis, pero también haciendo su propia movida, algo saludable para el receptor. Figuras como Grabois o Moreno son los actores movilizantes dentro de la posible redención del PJ autopercibido. Moreno camina el país llevando mistica y levantando las banderas que otros mantienen bajo el brazo, pero tampoco alcanza.

Deben surgir figuras nuevas desde las bases. Los históricos dirigentes tienen que abrazarlos, promoverlos, darles espacio, porque solo con la nueva epopeya desde la base territorial, esos "nadie" que no hibernan ni especulan el mejor tiempo o la medición de focus group para salir a la cancha, son los soldados.

Los "nadie" no pueden esperar porque saben que en los barrios hay hambre y frío y que ellos son muchas veces la única esperanza. Merecen ser vistos y que sepamos sus nombres. La dirigencia opositora debe dejar de mirarse entre ellos y esperar el turno para jugar al ajedrez de nombres para dirimir cuál pariente va 1, 3 o 5 para recuperar poder. Esa política, ¿será acaso la que los llevó a perder y la que, apoderado de la casta toda, Milei repite hoy?

El 2025 está muy lejos y la naturalización del hambre y la incertidumbre no es normal ni lo que un pueblo merece. Levanten las banderas entonces, o al menos una, la de Argentina.

Carla Echichure Castro

Data de encuestas: Raúl Timerman.