En un giro estratégico tras la agitada atmósfera generada por el evento en Quilmes, Cristina Fernández de Kirchner optó por enfriar los ánimos y dirigir su discurso hacia un enemigo común: Javier Milei y la polémica Ley Bases que se encuentra en debate en el Congreso. Durante la inauguración del Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria, la ex presidenta aprovechó para rendir homenaje a las distinguidas mujeres de la historia que Karina Milei desplazó al rebautizar el salón de Casa Rosada como "Salón de los Próceres". "Tengo la esperanza de que algún día todas ellas regresarán a la Casa Rosada", afirmó ante una audiencia predominantemente femenina. Con ironía hacia el anticomunismo de Milei, Cristina Kirchner cuestionó con dureza el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), en plena discusión en el Senado, calificándolo como el "estatuto legal del coloniaje versión Siglo XXI".

El salón del Instituto Patria estaba repleto de mujeres: legisladoras, dirigentes, personalidades culturales, funcionarias y sindicalistas se agolpaban en el pasillo que conducía al Salón de las Mujeres del Bicentenario. Las paredes exhibían fotografías en blanco y negro de las mujeres que habían ocupado el salón en Casa Rosada, hasta que Karina Milei las reemplazó el pasado 8 de marzo. Entre las asistentes se encontraban figuras prominentes como Estela de Carlotto, Cecilia Moreau, Cristina Álvarez Rodríguez y Verónica Magario. La presencia de Cristina Kirchner generaba expectación, en un ambiente más íntimo que el multitudinario acto de Quilmes, donde la disputa interna con Axel Kicillof había acaparado la atención.

Al inicio de su discurso, Cristina desestimó cualquier connotación feminista personal, aunque manifestó su respeto por dicho movimiento. Luego, señaló la discrepancia ideológica entre las mujeres que adornaban el salón de Casa Rosada y las propuestas legislativas actuales, como las presentadas por Lilia Lemoine y Francisco Paoltroni. También criticó el "superávit financiero" como una ilusión, desafiando la narrativa oficial. En cuanto a Milei, la ex presidenta se burló de su enfoque anticomunista y lo instó a dejar atrás los prejuicios.

Cristina Kirchner subrayó la importancia de defender los intereses nacionales y rechazó vehementemente el RIGI como un intento de perpetuar el colonialismo económico. Apelando a la memoria colectiva y al espíritu de resistencia, expresó su confianza en que la Argentina superará los desafíos actuales. La ex presidenta culminó su intervención, entre bromas y reflexiones, reiterando su compromiso con la justicia social y la soberanía nacional.