Este lunes se llevó a cabo la inauguración de un nuevo espacio para la memoria en el ex centro clandestino de detención "La Cacha", en un acto liderado por el gobernador Axel Kicillof y con la presencia de destacadas figuras de los derechos humanos como Estela de Carlotto y Herenia Sánchez de Viamonte.

El ex centro clandestino de detención "La Cacha", ubicado en la ciudad de La Plata, ha sido transformado en un espacio para la memoria y la promoción de los derechos humanos, con el objetivo de preservar la historia y educar a las futuras generaciones sobre los crímenes cometidos durante la última dictadura militar en Argentina.

El gobernador Kicillof, acompañado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Martín Mena; el intendente de La Plata, Julio Alak; y el subsecretario de Derechos Humanos, Matías Moreno, destacó la importancia del trabajo arqueológico realizado en el sitio. "Gran parte de este ex centro clandestino de detención había sido demolido para esconder los crímenes que se llevaron a cabo en él", explicó Kicillof. "La idea de los genocidas fue asesinar y ocultar los restos: hubo un pacto de silencio para desaparecer también las pruebas y la historia", agregó.

El nuevo espacio cuenta con pasarelas y techados diseñados para proteger y conservar los restos de las estructuras descubiertas, gracias a los trabajos de excavación arqueológica realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). También se ha cuidado de preservar las arboledas adyacentes, reconocidas por los sobrevivientes como parte del entorno significativo del centro.

Durante el acto, el Ministro Mena anunció una nueva política educativa para fortalecer la memoria histórica: "Esta mañana firmé una resolución que instruye la incorporación, de manera obligatoria, para todo aspirante al Servicio Penitenciario Bonaerense, la visita y la capacitación en este espacio de memoria. Es esencial que todos los miembros de la fuerza conozcan los crímenes que se han cometido".

La inauguración del espacio se realizó en cumplimiento de la Ley Provincial N°13.584, que establece la necesidad de preservar los sitios que funcionaron como centros de detención clandestinos durante la dictadura. "La Cacha" operó entre los últimos meses de 1976 y finales de 1978, periodo durante el cual más de 250 personas estuvieron detenidas ilegalmente.

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, reflejó la resiliencia y la lucha continua por la memoria, verdad y justicia: "Estamos pasando momentos difíciles en nuestro país y, sin embargo, tenemos la fuerza de saber que todos los argentinos debemos estar unidos: vamos a seguir luchando para que la verdad, la memoria y la justicia sean una realidad", afirmó.

La inauguración no solo marca un paso importante en la preservación de la memoria histórica, sino que también refleja un compromiso renovado con la enseñanza y promoción de los derechos humanos en la provincia de Buenos Aires y en toda Argentina.