Este viernes marcará un hito en el calendario político argentino: los líderes peronistas de todo el país se darán cita en el microestadio de Ferro. Allí, los casi 900 congresales del Partido Justicialista se reunirán desde las 10 de la mañana para abordar el futuro del partido en un contexto sumamente desafiante, especialmente después de la sorprendente derrota en las elecciones presidenciales de 2023 contra Javier Milei. Gobernadores y representantes de todos los sectores que conformaron Unión por la Patria se enfrentarán a la tarea de definir si es necesario un cambio en la conducción del partido y, en caso afirmativo, cómo llevarlo a cabo. Se espera que se acepte la solicitud de licencia del actual presidente del PJ, Alberto Fernández, y que se establezca una "comisión de acción política" que se encargará de convocar a distintos actores para una posible "gran interna".

El peronismo se encuentra en un momento de incertidumbre y carece de un liderazgo claro. Cristina Fernández de Kirchner ha disminuido su presencia en la escena política y se ha centrado en el trabajo desde el Instituto Patria, manteniendo un perfil bajo. Su última intervención pública fue a través de una carta publicada el 14 de febrero, en la que criticaba las políticas de Milei y su propuesta de dolarización de la economía. Por su parte, Sergio Massa, quien fuera candidato presidencial en las últimas elecciones, también se ha retirado de la primera línea política y se encuentra enfocado en la escritura de un libro sobre su gestión en el Ministerio de Economía, así como en la organización de la fundación que lidera.

Un grupo de dirigentes peronistas ya ha mantenido varias reuniones en la sede del PJ para preparar el congreso del viernes. Esta mesa incluye a figuras como los gobernadores Axel Kicillof y Gildo Insfrán, el senador Eduardo "Wado" de Pedro, el diputado Santiago Cafiero, entre otros. La idea es que después del congreso se forme una comisión de acción política con representación de todos los sectores del PJ, para luego buscar la participación de aquellos peronistas que se encuentran fuera del partido, como Guillermo Moreno, Juan Manuel Urtubey, Martín Llaryora y Miguel Ángel Pichetto.

Sin embargo, no todos los sectores están de acuerdo con la idea de convocar a elecciones internas en este momento. Algunos consideran que no es el momento adecuado, ya sea por razones económicas o por la necesidad de mantener el foco mediático en las políticas del Gobierno y no en las internas del partido. Los gobernadores, que actualmente tienen un peso considerable en el peronismo, podrían jugar un papel crucial en la definición del futuro del PJ. En definitiva, el congreso del viernes promete ser un momento crucial para el peronismo argentino, con la esperanza de que sea un punto de partida para la unidad y la renovación del partido.