El anuncio del presidente Javier Milei, quien inauguró el 142° período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación el último viernes y confirmó el cierre del INADI y la agencia pública de noticias argentina, Télam, desató una serie de acciones y protestas por parte de los trabajadores y diversas organizaciones.

Durante la noche del domingo, la web de Télam fue inhabilitada y los empleados denunciaron en redes sociales que el gobierno ordenó vallar la redacción de la agencia. La asamblea de los trabajadores había convocado a un "abrazo" a la agencia para este lunes al mediodía, pero la situación cambió cuando se constató el vallado del edificio.

En un video compartido en redes sociales, los trabajadores denunciaron el vallado como un ataque a la libertad de expresión y a la democracia, reafirmando su compromiso con la defensa de Télam y sus puestos de trabajo. Mientras tanto, la web del medio público fue dada de baja y muestra un mensaje de "Página en reconstrucción".

El cierre de Télam fue celebrado por militantes de La Libertad Avanza, quienes argumentaron que la agencia era utilizada como propaganda kirchnerista. Sin embargo, el anuncio generó un amplio repudio por parte de distintas agrupaciones políticas, referentes de la cultura y los derechos humanos, que destacaron la trayectoria y el profesionalismo de Télam desde su fundación en 1945.

Organizaciones sindicales como la CGT, CTA Autónoma, ATE y CTERA manifestaron su absoluto rechazo y repudio al cierre de la agencia, advirtiendo sobre las consecuencias para la libertad de expresión y la democracia. Escritores, dirigentes políticos y sociales, así como organismos de derechos humanos, también expresaron su solidaridad con los trabajadores de Télam y repudiaron la medida del gobierno.

El cierre de Télam ha generado un amplio debate en la sociedad argentina, con diferentes sectores expresando su preocupación por las implicancias en términos de libertad de expresión, pluralidad informativa y el derecho a la información de la ciudadanía.