Historias cercanas.
Halladas a la vuelta de una esquina.

El aristocrático invento del sandwich

Sandwich es el nombre de un condado, de una ciudad histórica y una parroquia civil en el Río Stour, en el distrito no metropolitano de Dover, en el condado ceremonial de Kent, al sureste de Inglaterra, y que cuenta con una población de 4.985 habitantes.​

Fue allí donde el caballero británico John Montagu (1718-1792), cuarto conde de Sandwich e incansable tahur, su curiosa manera de conducirse en la vida y el juego -que la vida de él era de por sí el juego- le llevó a pedir le sirviesen unas rebanadas de pan con algo en el medio, como queso, vegetales, carne… Porque su afición por las cartas era tal, que no quería perder tiempo en nada más, ni en comer, y con este aperitivo tan fácil de preparar, no necesitaba dejar de jugar para llevarse algo a la boca. Así nació el conocido bocado que lleva el nombre del Conde de “Sandwich”, cuyo origen si bien no fue para nada ostentoso, fue de lo más aristocrático, que triunfó primero entre los más ricos para acabar siendo un alimento popular.

Por qué a la policía les decimos “la cana”?

Todos conocemos que a la policía se le dice popularmente “la cana”, aunque no todos saben es cuál es el origen de esa denominación.

Según especialistas en lunfardo ese apodo tiene distintas versiones.

Algunos opinan que “cana” deriva de la palabra francesa “canne” que significa “bastón”.
También creen que es porque dichos bastones de la Policía son conocidos como “macanas”.
En definitiva, el conocido “palito de abollar ideologías”, como decía Mafalda.

Otros expertos sostienen que se relaciona con la ubicación del Departamento Central de Policía en la Ciudad de Buenos Aires, cuando se inauguró en 1888 la zona, (actuales avenida Belgrano y las calles Luis Sáenz Peña, Moreno y Virrey Ceballos) no era muy poblada. Dicen que todavía había algunos bañados llenos de juncos con los que los artesanos hacían “canastas” y por eso, cuando alguien era hacia allí llevado detenido, se decía que había “caído en canasta”, de donde derivó en “caer en cana”; aunque esa definición parece muy rebuscada.

Y finalmente están los que citan una de las históricas Aguafuertes Porteñas de Roberto Arlt, donde menciona a un comisario de apellido Racana, quien, cuando llegaba con sus razzias a llevar a los muchachos que jugaban al fútbol en calles y potreros (lo cual estaba prohibido), provocaba el grito de “¡rajemos que viene Racana!”, que terminó como que había que escapar de “la cana”.

El tamaño de las piedras de las Pirámides.

Este es el tamaño de las piedras usadas para construir la gran pirámide de Egipto.

Se usaron 2 millones 500 mil bloques en total; Es decir, en 20 años, para su construcción habrían tenido que extraer, transportar cientos de kilómetros, cruzar un río, levantar y poner un bloque de decenas de toneladas CADA 9 SEGUNDOS, 24 horas al día, de forma ininterrumpidas!!!
Para llegar a coronar la cima, tendría que haberse construido una rampa de 3 km para alcanzar los 150 metros de altura, sin empinarse demasiado.
Algunos ingenieros actuales revelan que esto no es posible incluso con métodos modernos y equipos pesados.
Un enorme y avanzado trabajo de ingeniería se utilizó en el remoto pasado, no hay duda de ello.
Admirablemente, la construcción ya tiene alrededor de 5.000 años de antigüedad… y de misterio!!!

Fuentes:  Archivo de El Recopilador
Imágenes de internet, créditos a quienes correspondan.