Jueves 28 de Marzo de 2024

Hoy es Jueves 28 de Marzo de 2024 y son las 22:08 - Una manera distinta de informar, con otro enfoque

  • 21.3º

21.3°

EL CLIMA EN Buenos Aires

CULTURA

19 de junio de 2022

DOS HOMBRES, UNA HISTORIA

Miguel de Cervantes escribió a comienzos del siglo XVII una obra genial, leída y comentada hasta nuestros días, considerada el verdadero comienzo de la novela moderna: El ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. Mónica Persano, en el relato que hoy les presentamos, imagina a Cervantes descubriendo en la basura los manuscritos de un historiador musulmán que le permiten continuar la escritura de las andanzas de Don Quijote. Así alude al modo en que Cervantes introduce hábilmente un recurso tan renovador como la incorporación de un segundo narrador, el árabe Cide Hamete Benengeli,invención que le permitirá distanciarse del relato y presentar al lector alternativas más lógicas y razonables que fortalecerán la verosimilitud y unidad de la obra. La traducción del árabe nos estaría indicando que Benengeli es “hijo de los ciervos”, el cerventeño, o sea, el mismísimo Miguel de Cervantes.

 

DOS HOMBRES, UNA HISTORIA

Nunca alcanzó la categoría de libro, tan sólo manuscritos escritos en árabe y un cartapacio, en cuyo interior, hojas sueltas dibujan el fluir de signos concatenados, registrando la vida de un hombre, un hombre oriundo de La Mancha, más conocido como Don Quijote.

Muchos personajes sueñan, muchas veces, con la posibilidad de devenir en seres reales y, a la vez, muchos seres reales han soñado con ser alguna vez, personajes.

En el capítulo 9 de El Quijote, la narración de pronto se interrumpe porque no se cuenta con más información sobre esta historia. Es en ese preciso instante en el que Cervantes, tentado por la trama narrativa, aparece en el texto ficcional y confiesa que no puede seguir escribiendo porque hasta ahí llegó la información que del caballero andante poseía.

A partir de aquí, Cervantes se presenta como un erudito que recopila datos, los transforma en ficción, los traduce. La enunciación se apropia del enunciado, a falta de historia escribe sobre el escribir.

A causa del azar, Cervantes encuentra, entre restos de residuos, unos manuscritos redactados en lengua árabe por un tal Cide Hamete Benengeli.

El autor, un misterio, las hojas sucias y desordenadas, aún más.

Gracias a la intervención de un morisco, Cervantes pudo enterarse que el título de esas páginas era el de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Luego de un acuerdo con el musulmán, le solicitó que le ordenara las páginas desordenadas y que las tradujera al español. Según supo se trataba de material historiográfico.

De esta manera y, por obra de la casualidad, El Quijote se presenta como la versión literaria de un manuscrito de Historia.

Cervantes no deja de preguntarse el motivo por el cual esos manuscritos geniales, habían sido abandonados entre desechos, y se pregunta también sobre esa osada coincidencia en la que un árabe y un español abordaran la historia de El Quijote desde dos discursos diferentes pero que resultan necesariamente complementarios, dos caras de la misma moneda.

De esta manera, El Quijote pasaría a ser el metatexto, la reescritura de las páginas de Cide Hamete.

Cervantes descubrió al instante, que esos esbozos históricos eran antiquísimos, y que él en pleno siglo XVII, los resucitaría y les daría nuevas voces, en lengua hispana.

Casi también por casualidad, Cervantes cumplió su sueño de ser personaje, pero el misterio y la curiosidad del hallazgo, no dejaron ni un solo día de atormentarlo                                                                     

                                                                                          

MÓNICA PERSANO

COMPARTIR:

Comentarios