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28 de diciembre de 2025

Nansie Sharpless: la neurocientífica sorda que rompió moldes

Nansie Sharpless. Hearing Health Foundation

Históricamente, las mujeres y las personas con discapacidad han estado subrepresentadas en la ciencia, algo que continúa siendo una realidad. En España, en 2025, solo diez personas con sordera, como la que tenía la bioquímica Nansie Sharpless, han obtenido un doctorado. El dato da idea de las dificultades que tuvo que superar esta neurocientífica estadounidense en el siglo XX. Y se convirtió en un referente por sus trabajos científicos y también entre las muchas personas con discapacidad a las que animaba a dedicarse a la ciencia.

A las personas sordas a menudo se las trata como a niñas, incapaces de ser responsables de sus propios asuntos. Además, se supone que las mujeres deben ser pasivas, poco competentes o independientes. Pero yo no encajo en ese molde… La gente ha tardado en acostumbrarse a mí. Como mujer profesional sorda, represento un ejemplo de contrastes.

Esto afirmaba Nansie Sharpless cuando se le preguntaba por las dificultades a las que se enfrentó desde que, a los 14 años, por culpa de una meningitis, quedó afectada de sordera bilateral para el resto de su vida.

Sharpless nació en Pensilvania (Estados Unidos) el 11 de octubre de 1932. En sus biografías se recuerda que precisamente ese año se lograron grandes avances para la igualdad de las mujeres, como fue la elección de la primera senadora norteamericana o el primer vuelo transatlántico en solitario de Amelia Earhart; pero quedaba mucho por hacer contra la discriminación por razón de género. De padre bioquímico, desde muy niña, Nansie ya sintió la inclinación por la ciencia y las matemáticas y fue muy duro quedarse sorda en plena adolescencia, aunque había logrado superado una enfermedad que entonces era mortal.

Sin embargo, esta pérdida auditiva no truncó sus metas académicas, pese a que eran tiempos en los que no había ninguna adaptación para estudiantes con discapacidades, como era su caso. De hecho, en EE. UU. una ley en este sentido no existió hasta 1975. Durante once largos años, Nansie se empeñó en aprender a leer en los labios para facilitar su comunicación con los demás, un esfuerzo que reconocía que había estado a punto de desanimarla. No imaginaba que fuera a ser tan difícil. Así que su modo de aprender durante años se centró en la lectura. También tuvo el apoyo de sus compañeros. El esfuerzo y su brillantez se conjugaron para que consiguiera un expediente brillante, graduándose en Zoología en 1954 en el Oberlin College. A continuación, fue admitida en la Universidad Estatal de Wayne para realizar un máster en tecnología médica, que acabó en 1956, con 24 años.

En Wayne, el excelente desempeño académico de Sharpless no tenía precedentes, sobre todo por la falta de apoyo que tenía en sus estudios.

Avances sobre el párkinson

Tras graduarse, fue contratada para una investigación en bioquímica en la Clínica Mayo. Es allí donde centró su trabajo en las correlaciones entre sustancias químicas y trastornos mentales. Fueron muchos los trabajos que allí realizó, pero los especialistas destacan sus aportaciones al estudio del metabolismo de la L-DOPA en el líquido cefalorraquídeo y su relación con la enfermedad de Parkinson. Utilizaba ratas y cerdos de Guinea en sus experimentos. Esta investigación reveló los patrones de distonía, un trastorno del movimiento de quienes sufren este mal, así como la respuesta que había al tratamiento con L-DOPA, medicamento hoy fundamental para tratar el párkinson.

Nansie solía decir que la bioquímica la eligió a ella, y no al contrario. Por ello decidió volver a la universidad para hacer el doctorado en esta materia. Recordaría después que el director de admisiones en Wayne del momento la advirtió que allí se exigían “los estándares más altos” y que sus colegas de profesión la cuestionarían por ser mujer y por tener una discapacidad, así que debería trabajar duro si quería callarles. Y no la amilanó: logró su título en 1970. Fue su director de tesis quien, precisamente, la animó a estudiar el metabolismo de la L-DOPA.

Nansie Sharpless. Fotografía: Jeff Fadellin (Breaking through barriers, 1984).

Después del doctorado aún pasó varios años trabajando en la clínica Mayo. Es un periodo en el que publicó muchos artículos y llegó a supervisar el trabajo de técnicos que trabajaban con ella. En los años 1967 y 1968, además, recibió una beca de Zonta International, una organización de defensa de los derechos de las mujeres. Es una ayuda económica que aún hoy va destinada a apoyar a mujeres con talento y que se creó en 1938 homenaje a la mencionada aviadora Amelia Earhart.

En 1975, Nansie se incorporó al cuerpo docente del prestigioso Albert Einstein Medical College como profesora asociada. Un tiempo después fue ascendida al puesto de jefa del laboratorio de neuropsicofarmacología, donde se le encomendó la organización de un laboratorio de análisis de monoaminas para los departamentos de psiquiatría y neurología. Allí centró sus investigaciones en cómo los líquidos cerebrales y cefalorraquídeos generan cambios que pueden afectar al cerebro, al organismo y las emociones humanas. Su dedicación era absoluta. Siempre decía que para triunfar en ciencia hay que “tener una mente inquisitiva y ser muy meticulosa”, así que consideraba que era una ventaja ser sorda porque le evitaba distracciones.

Sharpless falleció en Nueva York, el 9 de octubre de 1987, cuando tenía solo 54 años de edad. Ocupaba entonces el cargo de jefa del Departamento de Medicina del Albert Einstein. A lo largo de su carrera, publicó más de cincuenta artículos científicos y escribió once libros. También acudió a infinidad de congresos y jornadas, donde prefería exponer sus trabajos en pósteres ante sus colegas. La Universidad Estatal de Wayne, donde había estudiado, ya la había reconocido con su Premio a Exalumnos Distinguidos en 1980 por todas sus aportaciones científicas.

La trayectoria de su vida fue una demostración de lo que tanto defendía: no hay que ponerse cortapisas por tener una discapacidad. También consideraba que la sobreprotección paterna a veces no ayuda a estas personas a ser lo suficientemente asertivas, un mensaje que transmitió. Esta labor de concienciación la llevó a presidir la Fundación para la Ciencia y las Personas con Discapacidad y a ser miembro de la junta directiva de la Asociación Alexander Graham Bell para Sordos y Personas con Discapacidad Auditiva. En ambos lugares, siempre animó a las personas sordas a considerar la investigación científica como una opción profesional.

 

Referencias

Sobre la autora

Rosa M. Tristán es periodista especializada en la divulgación científica y ambiental desde hace más de 20 años. Colabora de forma habitual en diferentes medios de prensa y radio de difusión nacional.

Fuente: Nansie Sharpless: la neurocientífica sorda que rompió moldes del sitio Mujeres con ciencia.

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