INTERNACIONAL
15 de diciembre de 2025
Chile elige el cambio: José Antonio Kast se consagra presidente y devuelve la ultraderecha al poder

Con un contundente triunfo de casi 20 puntos, Kast arrasa en el balotaje y marca el fin de un ciclo progresista en Chile. ¿Qué se viene para el país tras esta histórica victoria?
Chile vivió este domingo una jornada electoral histórica al elegir a José Antonio Kast, el líder del Partido Republicano, como su nuevo presidente. Con una victoria arrolladora de casi 20 puntos, el candidato de ultraderecha se impuso a la candidata del oficialismo, Jeannette Jara, quien representaba la centroizquierda.
El resultado marca un drástico giro en la política chilena, un país que, tras años de gobiernos progresistas, ahora vuelve a alinearse con propuestas conservadoras y de mano dura. Kast, quien había sido candidato en 2017 y 2021, se consolida finalmente como el nuevo rostro de la ultraderecha en un contexto de creciente polarización política.
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Su victoria no fue casualidad. Durante la campaña, Kast se distanció de los sectores más radicales y moderó algunas de sus propuestas más extremas, como el indulto a los militares condenados por violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, su discurso centrado en la seguridad, la economía y la inmigración obtuvo el respaldo de una parte significativa del electorado, especialmente en un escenario donde el descontento con el gobierno de Gabriel Boric era cada vez más evidente.
A lo largo de su recorrido electoral, Kast logró aumentar significativamente su apoyo. En la primera vuelta había obtenido un 24% de los votos, pero en el balotaje alcanzó un impresionante 58%, un aumento del 124% en comparación con los comicios anteriores. Este crecimiento no solo reflejó un cambio de opinión en los votantes, sino también una campaña eficaz que supo atraer a votantes de derecha y centroderecha, así como a aquellos desencantados con el sistema político tradicional.
Por otro lado, la derrota de Jara y del gobierno de Boric es un duro golpe para la centroizquierda chilena. La candidata del Partido Comunista, que había sido parte de las protestas del estallido social de 2019, no pudo recuperar la confianza de una parte del electorado. Jara reconoció la derrota con un discurso que llamaba a la unidad y al respeto, aunque su intervención estuvo marcada por los abucheos del público y la evidente frustración de muchos de sus seguidores.
Este revés para la centroizquierda se enmarca en una tendencia de alternancia política que ha caracterizado a Chile desde 2009. Ningún gobierno oficialista ha logrado mantener la presidencia de manera consecutiva, y las administraciones que se han sucedido han quedado marcadas por altos niveles de desilusión y desconfianza popular.
El nuevo mandato de Kast se enfrenta ahora al desafío de gobernar en un Congreso en el que no tiene mayoría absoluta. A pesar de su gran victoria electoral, el Partido Republicano necesitará formar alianzas con otras fuerzas políticas para poder llevar adelante sus reformas. Este será uno de los grandes obstáculos para Kast, ya que, aunque tiene el apoyo de un sector amplio de la sociedad, su partido no controla el Parlamento.
El futuro de Chile bajo el liderazgo de Kast parece ahora alineado con la ultraderecha internacional, con un enfoque en la seguridad, la economía de mercado y la limitación de la inmigración. En su discurso de victoria, Kast destacó la importancia de la unidad y la necesidad de trabajar por el progreso del país, aunque también dejó claro que su gobierno se basará en principios conservadores.
Con la elección de Kast, Chile entra en una nueva etapa política, marcada por el regreso de la ultraderecha al poder. Lo que sigue es incierto, pero lo que está claro es que el país vivirá un cambio radical en su rumbo, un giro hacia la derecha que podría tener profundas implicancias para su futuro.










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