Una agente activa de la Policía Federal Argentina, María Florencia Méndez, fue detenida el lunes durante un control vial en Paso Cerrito, Entre Ríos, cuando transportaba 14 kilos de cocaína ocultos en distintos compartimientos de su vehículo. Según fuentes cercanas a la investigación, había partido desde Posadas con destino final a Buenos Aires, aunque al ser interrogada inicialmente afirmó que se dirigía a Chajarí.

El operativo ocurrió alrededor de las 3.15 de la madrugada en el Puesto de Control Vial Paso Cerrito, dependiente de la Dirección General de Prevención y Seguridad Vial de Entre Ríos. Los agentes detectaron irregularidades en la parte inferior del rodado durante la revisión de rutina y esa anomalía generó sospechas que llevaron a una inspección más profunda.

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Ante esa señal, se convocó a un can narcodetector, que rápidamente marcó la posible presencia de estupefacientes. La inspección encontró primero tres paquetes rectangulares ocultos en los zócalos y sectores internos del automóvil, pero una revisión exhaustiva permitió localizar seis bultos adicionales. En total, el cargamento sumó 14 kilos de cocaína, valuada en más de 315 millones de pesos, confirmados luego mediante pruebas de campo y peritajes judiciales.

Además de la droga, los efectivos secuestraron el Ford Fiesta negro en el que circulaba Méndez, documentación y elementos que podrían ser relevantes para la causa. La detenida no llevaba arma reglamentaria ni credenciales al momento del procedimiento y fue trasladada para ser indagada por la jueza federal Analía G. Ramponi, del Juzgado Federal de Concordia. También participaron el fiscal Francisco Bernhardt y la defensora oficial asignada. Su situación procesal será definida en los próximos días.

Tras la detención, la investigación avanzó con allanamientos simultáneos destinados a reconstruir el recorrido del cargamento y detectar posibles cómplices. Las órdenes incluyeron dos domicilios en Posadas y una vivienda en La Matanza, señalados como potenciales puntos de acopio o logística dentro de la estructura narco. Los operativos estuvieron a cargo del Juzgado Federal de Concordia, con el fiscal Iñaki Bosch, y contaron con el apoyo de la Dirección General de Drogas Peligrosas, fuerzas provinciales y Gendarmería Nacional.

Los investigadores analizarán los teléfonos, documentos y material secuestrado para determinar la ruta completa de la droga y establecer responsabilidades dentro de una red que, sospechan, podría tener ramificaciones en varias provincias.