Lanús derrotó 1-0 a Fluminense en La Fortaleza en un duelo cerrado, friccionado y con escasas llegadas claras, pero que terminó inclinándose gracias al oportunismo de Marcelino Moreno en el epílogo del partido. Con este resultado, el equipo dirigido por Mauricio Pellegrino se ilusiona con alcanzar las semifinales de la Copa Sudamericana.

El arranque tuvo a ambos equipos apostando por un ritmo intenso, con el Granate buscando conectar a Salvio y Moreno, mientras que los brasileños se apoyaban en la velocidad de Kevin Serna. La primera media hora mostró a Lanús dominando en posesión y con Sasha Marcich como factor sorpresa en ataque, aunque el visitante siempre estuvo cerca de golpear en alguna contra.

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Con el correr de los minutos, Fluminense encontró la manera de enfriar el juego y adueñarse de la pelota. El conjunto carioca, con experiencia internacional, manejó el cierre del primer tiempo con tranquilidad y llevó el 0-0 al descanso con mejores sensaciones que el local.

En el complemento, Lanús intentó recuperar el protagonismo, pero se topó con una sólida defensa comandada por Thiago Silva. Pellegrino apostó a los ingresos de Walter Bou y Dylan Aquino para darle aire fresco al ataque, y aunque el equipo mejoró en intensidad, le costó generar peligro sobre el arco de Fábio.

Cuando el empate parecía inevitable, apareció Marcelino Moreno para desnivelar. Tras una combinación entre Aquino y Salvio, el enganche granate definió con jerarquía para decretar el 1-0 a los 44 minutos. Inmediatamente reemplazado, se retiró ovacionado junto al Toto, que también dejó todo en la cancha.

El triunfo, ajustado pero valioso, permite a Lanús viajar a Río de Janeiro con una ventaja mínima, que intentará sostener en el Maracaná para volver a instalarse entre los cuatro mejores de la Sudamericana por segundo año consecutivo.