El presidente Javier Milei protagonizó este lunes una reunión cargada de tensión con la Mesa de Enlace, en el predio de la Sociedad Rural Argentina en Palermo. Durante dos horas, el mandatario escuchó —a medias— los reclamos de las entidades del agro, defendió su política económica con frases altisonantes, apuntó contra la vicepresidenta Victoria Villarruel y los gobernadores, y dejó sin respuestas concretas a los reclamos por retenciones, el ajuste al INTA y el vaciamiento del Banco Nación.

Acompañado por su hermana Karina, el jefe de Estado se presentó en el restaurante central de la SRA, donde lo esperaban el anfitrión Nicolás Pino (Sociedad Rural), Lucas Magnano (Coninagro), Carlos Castagnani (CRA) y Andrea Sarnari (Federación Agraria). La expectativa de las entidades era clara: lograr definiciones sobre una posible baja de retenciones, el financiamiento al sector y el futuro de los organismos técnicos. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

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“Ustedes saben que yo no me reúno con nadie”, lanzó Milei como carta de presentación. Pino, alineado con el oficialismo, no tardó en devolverle una caricia: “Lo admiro, Javier”, dijo. La frase dejó atónitos a los demás representantes, que venían con ánimo de plantear reclamos.

El clima se volvió aún más tenso cuando el Presidente, visiblemente molesto, se refirió a Villarruel y a los gobernadores: “Se ponen en contra mía y en contra de la Argentina”, exclamó, con insultos incluidos según confirmaron varios asistentes. La bronca surgió tras la aprobación en el Congreso de leyes que, según el oficialismo, ponen en riesgo el equilibrio fiscal.

Milei fue tajante al afirmar que bajar las retenciones hoy “es imposible porque el superávit no se negocia”. Pero los ruralistas insistieron: “Le dimos al Gobierno muchos dólares con nuestras exportaciones, pero esos dólares se están yendo en turismo”, le señalaron. El Presidente negó esa situación y ofreció una explicación técnica que, según los presentes, no se entendió.

Ante los reclamos por el ajuste en el INTA y el INTI, claves para la innovación y el desarrollo del agro, Milei se desentendió: “No tengo idea, eso lo tienen que hablar con Sturzenegger”, dijo, pese a que el ministro de Desregulación aún no tiene formalmente funciones claras.

También se le pidió que frene el desguace del Banco Nación, una herramienta fundamental de financiamiento para el sector. “Yo lo voy a defender, pero si las sucursales cobran tasas municipales, las voy a cerrar”, respondió, dejando otra señal de advertencia.

La reunión terminó sin anuncios y con más dudas que certezas. Aunque desde la SRA buscan sostener una relación amistosa con el Presidente —de cara al acto central de la Expo Rural el próximo 26 de julio—, el resto de la Mesa de Enlace quedó disconforme. Las bases, ya impacientes, presionan por un dólar más competitivo y la eliminación total de las retenciones.

Milei, por su parte, se retiró sin visitar a los animales de exposición ni participar del recorrido tradicional, y se dirigió directamente a la Quinta de Olivos. Un gesto que, para muchos, resume el saldo de un encuentro incómodo, con promesas vacías y un creciente malestar en el corazón del campo.