Organizaciones feministas, gremios, científicos, trabajadores del Hospital Garrahan, personas con discapacidad, jubilados y movimientos sociales protagonizan este miércoles una masiva jornada de protesta frente al Congreso Nacional, en rechazo al ajuste implementado por el Gobierno de Javier Milei.

La movilización, que tiene como consigna “Unir las luchas es la tarea”, marca el décimo aniversario de la primera marcha de Ni Una Menos y busca articular demandas históricas con el impacto actual del recorte de políticas públicas. La convocatoria se realiza desde las 16 en Plaza Congreso, donde confluyen también las protestas semanales de jubilados y jubiladas.

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“Frente a la velocidad y la intensidad de un shock neoliberal que no tiene antecedentes por su capacidad de destrucción, necesitamos el gesto político de unidad de todos los sectores afectados”, afirmó Luci Cavallero, integrante del colectivo feminista.

Desde la CGT, que confirmó su participación, señalaron que “hace diez años miles de mujeres reclamamos políticas contra la violencia de género. Hoy ese mismo Estado está siendo desguazado”. Y advirtieron: “El saqueo viene acompañado por discursos de odio contra las mujeres y diversidades, contra el socialismo y contra todas las organizaciones libres del pueblo”.

Los trabajadores del Hospital Garrahan también forman parte de la jornada, en el marco del conflicto que mantienen con el Ejecutivo por la falta de respuestas salariales y el vaciamiento del sistema público de salud. “Hay un plan sistemático para desfinanciar la salud y la educación pública”, expresó Rita Fernández, pediatra del hospital.

Las médicas y médicos residentes continúan el paro y movilizarán mañana tras rechazar el bono no remunerativo ofrecido por el Gobierno. “Se decidió continuar con las medidas de paro ya que no ofrece respuesta a la recomposición salarial planteada”, explicó Melina Ríos, residente de segundo año.

En tanto, el personal de planta resolvió sumarse al paro luego de que, según denunciaron, el Ministerio de Capital Humano “desoyó la conciliación obligatoria” y emitió mensajes de hostigamiento en redes sociales. “El hostigamiento invalida la conciliación y no nos habían convocado a ninguna audiencia”, señaló Fernández.

Desde el sector científico también se sumaron a la protesta. “Estamos viviendo momentos aciagos, con una reducción presupuestaria impresionante y la imposibilidad de dar continuidad a nuestras líneas de investigación”, indicó Nuria Giniger, investigadora del CONICET.

En paralelo, personas con discapacidad y prestadores se concentraron al mediodía para denunciar la situación crítica del sector. “Sufrimos medidas que nos golpean. Que se concentren las luchas en un mismo día es una manera de prolongar el gran descontento”, sostuvo Pablo Molero, del Foro Permanente para la Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Mientras tanto, la Cámara de Diputados sesiona para debatir una suba del 7,2% en las jubilaciones, la prórroga de la moratoria previsional y una declaración de emergencia en las prestaciones por discapacidad.

“La unidad es fundamental porque tenemos muchísimas luchas enfrentando la política del Gobierno”, afirmó Nora Biaggio, del Plenario de Trabajadores Jubilados. Y concluyó: “Todos apuntamos a lo mismo. Incorporamos también la lucha contra la represión, porque cada miércoles recibimos una brutal represión, como cualquiera que quiera movilizarse y organizarse”.