Por primera vez en dos décadas, el movimiento de derechos humanos marchará en unidad este 24 de marzo en un contexto de fuerte tensión política y social. La jornada de conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia estará atravesada por un mensaje claro: la denuncia del negacionismo sobre los crímenes de la dictadura y el rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei, que han implicado el desmantelamiento de las áreas de derechos humanos y un creciente recorte de las libertades democráticas.

“La respuesta va a ser histórica”, sostuvo Carlos Lordkipanidse, sobreviviente de la ESMA, al referirse a la convocatoria, que se espera multitudinaria. Cada año, el 24 de marzo concentra una de las manifestaciones más masivas del país, pero esta edición podría superar los registros previos debido al contexto político y económico.

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El acto central está previsto para las 16.30 en la Plaza de Mayo, donde Estela de Carlotto, Taty Almeida, Elía Espen y Adolfo Pérez Esquivel leerán las consignas de la jornada desde un escenario montado junto al mástil. Entre ellas, las principales serán “Son 30.000” y “Fue un genocidio”, en respuesta a la avanzada negacionista del gobierno. También se reclamará la apertura de los archivos de la dictadura y la restitución de la identidad de los nietos apropiados. A diferencia de años anteriores, no se leerá un documento unificado, una decisión tomada para evitar los desacuerdos que en 2023 impidieron una convocatoria en conjunto.

La movilización comenzará a concentrarse a partir de las 14 en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Por Avenida de Mayo ingresarán los organismos históricos de derechos humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S. y la APDH, entre otros, quienes llevarán la bandera con los rostros de los detenidos-desaparecidos. Por Diagonal Norte lo hará el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, mientras que por Diagonal Sur avanzarán la CGT, las CTA y organizaciones sociales y sindicales. En tanto, La Cámpora realizará su tradicional marcha desde la Ex ESMA por la mañana.

Desde el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich aseguraron que no aplicarán el protocolo antipiquetes durante la jornada, aunque advirtieron que reforzarán la vigilancia al caer la tarde ante la posible presencia de “infiltrados violentos”.

La decisión de marchar en unidad responde a la gravedad del contexto político. “Nos están quitando la comida y los remedios, blindan su gestión con represión, abren causas judiciales contra los movimientos, gasean a jubilados y detienen niños de 12 años”, señalaron desde los organismos de derechos humanos. Aunque la convocatoria cuenta con un amplio consenso, algunos sectores de la izquierda, como el Partido Obrero, el PTS y el Nuevo MAS, decidieron marchar desde el Congreso y leer un documento propio en Plaza de Mayo.

En simultáneo con la movilización en Buenos Aires, habrá actos y marchas en todo el país en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En un contexto de creciente criminalización de la protesta, la jornada adquiere un carácter clave: la defensa del Estado de derecho y la reafirmación de los derechos humanos como política de Estado.