CIENCIA Y TECNOLOGíA
8 de marzo de 2025
Desarrollan productos biotecnológicos para mejorar la calidad de las pasas de uva

El proyecto de científicos del CONICET, junto a empresas paseras de la provincia de San Juan y colegas internacionales, busca reducir pérdidas y aumentar la cantidad exportable de esta fruta seca. El objetivo es fortalecer la economía regional mediante la producción de alimentos más saludables.
Un equipo de científicos del CONICET y de la Universidad de San Juan (UNSJ), junto a colegas nacionales e internacionales, y con el acompañamiento de empresas de la provincia cuyana, trabaja en la identificación de levaduras nativas que puedan inhibir el crecimiento de hongos que producen toxinas en pasas de uva. El objetivo es desarrollar, a mediano plazo, un bioinsumo que permita mejorar la calidad de las pasas que se producen en San Juan.
“San Juan es la principal provincia productora y exportadora de pasas de uva de la Argentina. En 2024, nuestro país exportó 43.515 toneladas de esta fruta seca, marcando un crecimiento del 70 por ciento con relación a las 25.656 toneladas exportadas 2023. El principal destino es Brasil que absorbe el 59 por ciento del total, seguido por Estados Unidos y Colombia. Argentina se encuentra en el octavo lugar a nivel mundial como productor”, cuenta la directora del proyecto María Cristina Nally, investigadora del CONICET en el Instituto de Biotecnología (IBT) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ.
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Nally explica que los exportadores de pasas de uva enfrentan constantemente trabas comerciales debido al estricto control de ocratoxinas, un grupo de micotoxinas producidas por algunas cepas pertenecientes a los géneros de hongos Penicillium y Aspergillus. La ocratoxina A es nociva para los seres vivos debido a su acción cancerígena, nefrotóxica (dañina para los riñones) y teratogénica (que puede producir malformaciones en el embrión o feto). Por ello, la legislación de la mayor parte de los países importadores de pasas establece un límite máximo de 10 microgramos por kilogramo de ocratoxinas. Si al momento de realizar los controles de importación, las pasas de uva contienen valores superiores a los permitidos, esas producciones se pierden por completo, lo que resulta un costo adicional para los productores.
El grupo que dirige Nally en el IBT tiene experiencia en investigar el efecto de levaduras nativas sobre hongos en diferentes cultivos como pistacho, cebolla, lechuga, tomate y uva para consumo en fresco. Así, ya lograron seleccionar algunas levaduras nativas que inhiben el crecimiento de hongos en pistacho, cebolla, lechuga y uva para consumo en fresco. “La efectividad de éstas levaduras sugirió la posibilidad de su aplicación como biocontrolador en pasas de uva. Actualmente en el IBT estamos llevando a cabo ensayos de antagonismo, tanto in vitro como in vivo, entre éstas levaduras y cepas de hongos ocratoxicogénicos nativos aislados de pasas de uva de San Juan”, señala la investigadora.
En general se busca evitar la contaminación de las pasas de uva por hongos productores de ocratoxinas mediante el uso de fungicidas químicos, que tienen un costo elevado y, de acuerdo con los investigadores, representan eventuales riesgos para la salud humana y el medio ambiente, afectando la anhelada inocuidad de los alimentos.
“Hasta el momento, en Argentina, no existen en el mercado productos biológicos registrados que reduzcan el crecimiento de hongos ocratoxicogénicos en pasas de uva. Nosotros esperamos obtener uno o varios biofungicidas basados en levaduras, a mediano o largo plazo, que puedan mejorar la calidad de las pasas de uva, y fortalecer, de esta forma, la economía regional, a través de la producción de alimentos más saludables”, indica Nally.
De manera reciente, el proyecto fue seleccionado para su financiamiento en una convocatoria de Naciones Unidas denominada “Fondo Fiduciario Pérez Guerrero para la Cooperación Sur-Sur, miembros del Grupo de los 77”. Estamos muy contentos, somos un grupo de investigadores muy activos, constantemente estamos en la búsqueda de financiamiento de origen nacional e internacional para llevar a cabo nuestras investigaciones”, afirma la investigadora.
Además de otros investigadores del Instituto IBT (UNSJ), como la co directora del proyecto, investigadora del CONICET y docente de la UNSJ Virginia Mercedes Pesce, Fabio Vazquez, Paula Pedrozo, Paola Ramos, Belén Flores, Cecilia Lado, Yazmín Yafar; participan también Julián Dib, investigador del Consejo en la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI, CONICET), Enzo Allori, docente de Universidad Nacional de Tucumán (UNT),y los colegas del internacionales Marisol Vargas (Chile), Silvana Vero (Uruguay),Raphael Pimenta Raphael (Brasil) y Luis Hernández Montiel Luis (México).
Fuente: conicet.gov.ar
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