La creación del mismo, fue por iniciativa del Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, quien, en 1909, así lo dispuso y el encargado del proyecto quedó en manos del paisajista y arquitecto argentino-francés Carlos Thays, y también creador de los principales espacios verdes de la ciudad de Buenos Aires.

Y también conversamos con unos chicos, proteccionistas de animales, que nos contaban que allí se encuentran aproximadamente 300 palomas urbanas, un centenar de loros, patos silvestres, cisnes, tortugas, peces coi, o carpas, que hacen de este ecosistema único y muy apreciado en este predio.

El Parque centenario cuenta con un pequeño lago artificial, una fuente, juegos recreativos, murales populares y varias esculturas, entre ellas la “Victoria alada” del italiano Eduardo Rubino, “Madame Curie”, de Santiago Parodi y “La Aurora” del francés Emilio Peinot.

Una característica curiosa de este parque es que, en su perímetro de sus 15 cuadras, de 12 hectáreas; se reúnen a una importante cantidad de instituciones, de la salud y científicas.

El Parque Centenario, posee un atractivo especial por el conjunto de actividades que en él se desarrollan. De lunes a viernes, una importante feria se instala en sus corredores exteriores. Libros usados, artesanías, cuadros y un sinfín de objetos pueden adquirirse en esta feria. Los fines de semana se suman, en una de sus callecitas los puestos de artesanías. Durante el verano, el anfiteatro es el escenario elegido para una importante agenda de espectáculos culturales gratuitos, tanto para grandes como para chicos.

Los amantes de las actividades al aire libre encuentran en el Parque Centenario a un aliado permanente. Es elegido para actividades de caminatas, gimnasia aeróbica. Es común ver a las mañanas temprano a grupos de personas practicando Tai Chi. Además, el parque cuenta con un Skate Park para la diversión de los fanáticos de las patinetas.